El partido comenzó con un golpe duro para los locales. Los hinchas locales no llegaban a acomodarse en sus butacas y su equipo ya estaba perdiendo. Morgan Schneiderlin convirtió el 1-0 ni bien había comenzado el encuentro.

 

Sin embargo, en el estadio se percibían buenas vibras para los locales ya que tras el gol, Newcastle comenzó a dominar completamente el encuentro a base de buen juego, aquel que lo depositó en Europa la anterior temporada.

 

Mientras la colorida tribuna festejaba lo que fue denominado como el «día francés» (se sirvieron manjares franceses en los palcos y los aficionados acudieron ataviados con banderas galas), las incorporaciones de esta misma nacionalidad fueron las encargadas de igualar el marcador. Yoan Gouffran se fue por la banda izquierda en velocidad y luego de una «bicicleta» intentó definir en el primer palo. La pelota impactó en el mismo pero el rebote fue aprovechado por Moussa Sissoko para igualar el marcador.

 

Newcastle no se conformó con esto y fue por mas. Sissoko intentó otra vez desde fuera del área pero el arquero Artur Boruc pudo responder de gran forma. El partido se jugaba totalmente en la mitad de la visita y el 2-1 llegó antes de la pausa.

 

Papiss Cissé logró conectar un disparo lejano mostrando un gran gesto técnico que imposibilitó al arquero cualquier respuesta. De nuevo volvieron los goles raros del delantero senegalés, esos que parecen mas fácil de errar que de meterlos. Newcastle siguió atacando, manejando el balón a su merced. Nada pudieron hacer los Saints para intentar balancear el encuentro, solo esperar que finalizara el primer tiempo sin que los locales agrandaran la diferencia.

 

Tras la reanudación, la visita sin mucho mérito volvió a golpear a un Newcastle que comenzó dormido. Rickie Lambert, el máximo goleador inglés en la Premier League, fue el encargado de igualar las cosas tras batir a Rob Elliot, arquero títular esta tarde en las «urracas» debido a que Tim Krul sufrió una lesión en el tobillo ante el Metalist en Europa League que le dejará fuera durante cinco semanas.

 

Mauricio Pochettino dio entrada al defensa Danny Fox a la hora de juego, un cambio que resultaría providencial. Fox sería el encargado de cometer el penal que decantaría de nuevo el encuentro del bando local. El defensa separó las manos muy bruscamente del cuerpo y el balón terminaría impactando en ellas. Yohan Cabaye fue el encargado de transformar el penalti.

 

El Newcastle ya no perdería los hilos del partido aunque el Southampton llegó a incomodar con el ingreso de Gastón Ramírez. Pero el encuentro quedó visto para sentencia luego que Fox, en un intento desesperado por sacar el balón del área chica, solo consiguiera hacerlo rebotar en Jos Hooiveld, que nada pudo hacer para evitar el gol en su propia puerta.

 

Newcastle consiguió una victoria fundamental para alejarse del descenso pero además consiguió jugar de forma solvente y a gran nivel, hasta simular el nivel que la temporada anterior lo dejó peleando cabeza a cabeza para ingresar en la Champions League. Alan Pardew parece haber sido capaz de encender las máquinas pero veremos hasta donde llega este impulso, tras una sola derrota (ante el Tottenham) en los últimos seis partidos.