Era el primer gol de Cabaye con la camiseta del Newcastle, pero sin duda llegó en un buen momento. El partido ya rebasaba los 80 minutos y el Wigan seguía con su portería a cero, hasta que el francés marcó su tanto y hundió a los de Martínez.

 

St. James’ Park festejó el tanto como si de una final se tratara. Un equipo que en verano emocionaba más bien poco a los suyos, transcurridas nueve jornadas duerme en en la cuarta posición que aguantará todo el fin de semana independientemente de lo que hagan Liverpool y Tottenham, sus más inmediatos perseguidores.

 

Quizás lo peor que le puede pasar al Newcastle es creérselo y relajarse. Hoy estuvo cerca, al verse delante de un Wigan que, aparte de ser muy frágil defensivamente, no parece tener recursos para salir del atolladero. Pero los «latics» se mostraron combativos y con la vuelta del colombiano Hugo Rodallega se sintieron más confiados para dar la sorpresa y tuvieron las primeras ocasiones del encuentro. El propio Rodallega realizó un tiro que rebotó en Coloccini y Diamé también tuvo otro disparo que fue repelido por un zaguero del Newcastle, esta vez el ex del Wigan Ryan Taylor.

De nuevo Rodallega tuvo otra oportunidad, la más clara para adelanterase en el marcador, pero su volea tras centro de Moses no fue gol por poco.

 

Los locales se aproximaron por primera vez a la portería del Wigan en el minuto 33 gracias a Jonás Gutiérrez. El argentino recorrió la banda y realizó un centro chut que, tras rebotar en un jugador, a punto estuvo de colarse en la porteria visitante si no hubiese sido por la excelente reacción de Al-Habsi.

 

En la segunda mitad cambiaron las tornas. Esta vez fue el Newcastle quién llevó el peso del partido y el Wigan quien defendía las acometidas locales. Demba Ba tuvo una oportunidad en el minuto 50 para proseguir con la racha goleadora de los últimos partidos, pero de nuevo Al-Habsi demostró porqué seguramente la posición que mejor cubierta tiene Roberto Martínez es la portería. Repelió el testarazo de Ba y el cero a cero siguió en el marcador.

 

Cabaye y Ben Arfa, que salió en el descanso, llevaban el peso del partido en sus botas, mientras que los visitantes fueron renunciando poco a poco a la victoria y se centraron en mantener el empate dejando a Rodallega en punta solo, sin ninguna compañia.

 

El asedio del Newcastle fue creciendo y finalmente, en el minuto 81, el equipo de Pardew recibió su premio. Un centro desde la derecha al segundo palo le cayó a Marveaux, que con gran inteligencia descolgó el balón y lo retrasó a la frontal para que Cabaye, totalmente solo, conectase un disparo con el interior que se coló por la escuadra de la portería de Al-Habsi.

 

Después del gol, los visitantes se fueron al  ataque buscando la heroica pero ni un centro de Moses que no encontró rematador ni tampoco un cabezazo de Diamé que se marchó desviado, consiguieron cambiar el resultado. La suerte en St. James Park ya estaba echada.