En la situación actual del Manchester United, no era el Newcastle el mejor equipo con quién enfrentarse, tras la mala racha de resultados y sobre todo de juego por la que atraviesa el equipo de Ferguson. El empate final confirmó las sensaciones que venían transmitiendo ambos equipos. Los «red devils» han perdido la frescura que exhibieron al inicio de temporada, mientras que la excelente posición del Newcastle no es flor de un día.

 

Ni tan siquiera el poco ortodoxo gol de Javier «chicharito» Hernández con la barriga (otro que añadir a su galería de goles extraños, que incluye goles con el trasero o con la nuca) le valió a los “red devils” para llevarse la victoria. En una controvertida decisión, el árbitro dictaminó penalti por una acción de Ferdinand sobre Ben Arfa y Demba Ba no falló desde el punto fatídico.

 

El actual campeón de la Premier League no logra salir del bache en el que se ha metido en las últimas semanas y que ha provocado que aún no tenga asegurada la clasificación para la fase final de la Champions League, y que al acabar esta jornada pueda estar ya a siete puntos del actual líder del campeonato, el odiado vecino Manchester City.

 

El equipo de Sir Alex Ferguson volvió a acusar las debilidades de los últimos encuentros. Tal y como sucedió en el partido de Champions frente al Benfica, el United tuvo el control de la contienda pero de nuevo se mostró poco acertado en las zonas más comprometidas del campo.

 

Los fallos en el último pase y los errores a la hora de definir, combinados con la polémica decisión arbitral, ocasionaron el empate final que sabe mucho más a victoria para los visitantes que para los locales.

 

No habían transcurrido ni quince minutos y Javier Hernández ya había tenido tres disparos francos al marco del meta visitante Krul. El mexicano, que jugó como único punta acompañado por un Rooney algo más retrasado, se movió a placer entre los centrales, que sufrieron para controlar sus desmarques.

 

Una pelota despejada sobre la línea de gol y un disparo que pasó rozando la escuadra derecha de Krul fueron las mejores aproximaciones del «chicharito», aunque la más clara llegó sobre el minuto 30.

 

El lateral brasileño Fabio centró desde la izquierda para Giggs, que aparició en el primer palo y desvió el esférico provocando una gran respuesta del meta de las «urracas», que arrebató la opción a «chicharito», que ya estaba listo para empujar el balón al fondo de la red.

 

Por su parte, el equipo de Alan Pardew se centró en defender y dejó el ataque en segundo plano. Tan solo Obertan, que llegó este verano al Newcastle procedente del United, inquietó a la defensa local con sus incursiones por la derecha, con «rabona» incluida sobre el pitido final.

 

La decoración cambió radicalmente tras el descanso. A los cinco minutos llegó el primer gol del partido. Una falta servida por Rooney al borde del área fue despejada por Jonás Gutiérrez en primera instancia, pero de nuevo el esférico le cayó al delantero del United, que volvió a probar fortuna y eso fue justo lo que encontró. El chut de Ronney dio en Ryan Taylor y posteriormente en la barriga de Javier Hernández, provocando que el balón entrase mansamente en la portería de Krul.

 

Con el gol, el respetable de Old Trafford consideró que el partido estaba ganado a la vista de los escasos alardes ofensivos ofrecidos por el Newcastle en todo el partido. Pero el árbitro asistente del colegiado Mike Jones cambió el curso del encuentro con una controvertida decisión.

 

Ben Arfa, que parece totalmente recuperado de su reguero de lesiones y poco a poco está recuperando su mejor nivel (y es alto), se internó con el balón pegado a los pies entre varios defensas. Aceleró dentro del área y Rio Ferdinand tuvo que tirarse al suelo para detenerle. El zaguero del United tocó el balón, que se perdió a córner, y derribó a Ben Arfa como consecuencia de su inercia. El trencilla señaló córner y nadie sobre el césped pidió nada diferente. Pero el asistente había visto algo diferente, así que avisó al colegiado, que rectificó su decisión y señaló una pena máxima inexistente.

 

Ante el clamor general, la incredulidad de Ferdinand y las quejas de todos los jugadores del United, a Ba no le tembló el pulso y engañó a De Gea para colocar el 1-1 en el electrónico.

 

El equipo de Ferguson, enfurecido ante la injusticia, se lanzó al ataque con disparos de larga distancia, balones colgados y saques de esquina, pero la defensa del Newcastle multiplicó sus esfuerzos y convirtió la portería de Tim Krul en una fortaleza inexpugnable.

 

Para añadir más dramatismo al final, Jonás Gutiérrez fue expulsado por doble amarilla a falta de más de diez minutos. La presión del United se hizo insoportable. Hernández cabeceó a la perfección un centro de Giggs que estaba destinado al fondo de las mallas pero apareció el pie salvador del lateral Simpson en el último instante sobre la línea de gol. El propio Hernández vio cómo le anulaban correctamente un gol por fuera de juego.

 

A pesar del asedio, las «urracas» lograron mantener el empate hasta el final y se afianzan en la cuarta posición, mientras que el United queda solo un punto por delante del Tottenham tras la victoria de los Spurs frente al West Brom con un partido más.

 

A buen seguro, Sir Alex Ferguson se quejará amargamente del penalti que le han pitado en contra. Pero alguien debería recordarle que si quiere hacer sombra al Manchester City, su equipo debe ser capaz de sobreponerse a estos errores puntuales e imponerse con algo más de autoridad.