El Watford y el Crystal Palace volvieron a verse las caras en la máxima categoría del fútbol inglés, con el precedente cercano de la final del play-off de ascenso de Championship de 2013, en la que los Eagles derrotaron al conjunto de Hertfordshire por un gol a cero en la prórroga. Esta vez, tanto el recién ascendido Watford como el ya consolidado Palace se presentaban en Vicarage Road tras un muy aceptable inicio de campaña en el que ambos equipos venían de sumar nueve puntos y se situaban en la zona media de la tabla.

 

Quique Sánchez Flores, después de las últimas dos victorias consecutivas de su equipo, dispuso el mismo once que en la jornada pasada le valió para ganar en St. James’ Park, todavía con la ausencia por sanción del centrocampista Valon Behrami, a quien sustituyó Ben Watson. Alan Pardew, por su parte, optó por hacer un cambio bajo los palos, colocando a Wayne Hennessey en detrimento de Alex McCarthy. Por otro lado, dio entrada a Joe Ledley para acompañar a Yohan Cabaye, dejando en el banquillo a James McArthur por problemas físicos. En punta jugó Dwight Gayle, que entre semana anotó un hat-trick en la Copa de la Liga ante el Charlton.

 

Ya en los primeros compases de juego, ambos equipos dejaron claras unas intenciones que se preveían desde antes del inicio. El Watford intentaba llevar la batuta, aunque sin llegar a dominar el juego ni a incomodar especialmente al Palace. Los Eagles pudieron adelantarse antes de llegar al primer cuarto de hora con un cabezazo a bocajarro de Brede Hangeland, que se encontró con Heurelho Gomes. El central noruego se lamentaba por haber fallado la ocasión, y es que su equipo no iba a disponer de ninguna parecida en lo que restaba de primer tiempo.

 

El encuentro era trabado, tremendamente táctico y ambos equipos jugaban a esperar a las salidas de sus jugadores veloces. No obstante, ni Yannick Bolasie ni Bakary Sako aparecían, lo que permitía a los Hornets no pasar apuros en defensa. El equipo de Quique Sánchez Flores centraba sus recursos en la calidad de José Manuel Jurado, que buscaba largos pases en profundidad y trataba de combinar –sin mucho éxito- con hombres como Troy Deeney, Almen Abdi o el referente en ataque, Odion Ighalo. El ex futbolista del Schalke o del Atlético de Madrid, entre otros, era hasta el momento el mejor jugador del partido.

 

Nada más comenzar la segunda parte, Jurado estuvo a punto de materializar el peligro creado con un excelente disparo lejano de falta que se estrelló contra el larguero. En el Crystal Palace, con objeto de aparecer más en ataque, Bakary Sako y Yannick Bolasie se intercambiaron las bandas. De esta forma, Sako se convirtió en el referente de su equipo en cuanto al juego ofensivo, e incluso pudo marcar en un disparo de falta que tocó en la barrera y despejó con cierta dificultad Heurelho Gomes. Los Eagles comenzaban a demostrar su poderío en ataque, y en una jugada de nuevo protagonizada por Sako, que metió un gran pase desde la banda, Dwight Gayle se encontró con la madera. Cuando mejor estaba jugando el futbolista malí, Alan Pardew decidió sustituirlo por Wilfried Zaha, también veloz, para causar problemas en la banda izquierda.

 

Quique Sánchez Flores decidía mover banquillo y dar entrada a Steven Berghuis, que sustituyó a Almen Abdi, amonestado, y cuya entrada en el partido sirvió para colocar momentáneamente a Jurado en la derecha. Berghuis, no obstante, no aportaría nada nuevo al Watford. Los Hornets llevaban tiempo sin aparecer, ya que se centraban más en contener las rápidas acometidas de los londinenses, y de esta manera, antes de entrar en los últimos veinte minutos de encuentro, Allan Nyom cometió penalti sobre Zaha. Yohan Cabaye, que no había aparecido en el juego de ataque de su equipo, se encargó de transformar la pena máxima que acabaría dando la victoria al Crystal Palace.

 

Nyom estaba siendo claramente superado en el carril izquierdo del ataque de los Eagles, por lo que el técnico del Watford optó por retirarlo y dar entrada a Nathan Ake, quien se colocó en el lateral izquierdo dejando la zona derecha de la zaga a Ikechi Anya. Mientras tanto, Alan Pardew decidió afrontar la recta final del choque con el experimentado James McArthur, que sustituyó a Cabaye, y con Fraizer Campbell, que entró en el sitio de un Dwight Gayle que estuvo a punto de sentenciar el partido en sendas ocasiones. Con menos de diez minutos para el final, entró Víctor Ibarbo por Ben Watson en el Watford como última opción. Los últimos minutos consistieron en un tímido arreón desesperado de un equipo local que ya no fue capaz de poner en peligro la victoria del Palace.

 

Así, el Watford, que venía de enlazar dos victorias consecutivas y que todavía no había recibido ningún gol en Vicarage Road, sufrió su segunda derrota de la temporada, frente a un Crystal Palace que continuó con su extraordinaria racha a domicilio y que se quitó el sabor amargo de sus últimas derrotas en la Premier ante el Manchester City y el Tottenham.