Ilie Oleart

El problema no son los extranjeros

Como cada vez entra en acción la selección inglesa, comienzan a escucharse voces que culpan a la excesiva presencia de jugadores extranjeros en la Premier League de la ausencia de talento en las filas inglesas. Una tendencia creciente pero falsa. 

 
Hace unos días, un artículo de The Independent realizó el esfuerzo de enumerar los jugadores ingleses que participaron en la 10ª fecha de la Premier League. De los 272 futbolistas que jugaron ese fin de semana, solo 85 podían ser convocados por Roy Hodgson, un 31%. Contando solo los jugadores titulares, solo 62 podían ser convocados por Inglaterra, un 28%, lo cual supone un 10% menos que la media de la temporada 2006-07. La conclusión del artículo se puede resumir en su título: «Los ingleses, una gota en el océano de la Premier League».
 
Un artículo de The Guardian se hizo eco también de las declaraciones de Sam Allardyce en el mismo sentido. Big Sam dirige el equipo que utiliza más ingleses, un total de siete el fin de semana al que aludíamos anteriormente (aunque tres salieron desde el banquillo). El artículo recuerda que Hodgson ha convocado a 48 jugadores desde que tomó las riendas en mayo, incluyendo Carl Jenkinson, Raheem Sterling y Wilfried Zaha, que también pueden ser convocados en un futuro por Finlandia, Jamaica y Costa de Marfil, respectivamente.
 

Limitar los extranjeros supondría proteger a los jugadores locales malos

El declive de la clase trabajadora es la principal causa del problema

El razonamiento de esta corriente de opinión, muy difundida, es sencillo: la presencia de extranjeros en el mercado de trabajo de la Premier League resta oportunidades a los trabajadores locales. O sea, cuantos más extranjeros, menos minutos para los futbolistas ingleses que, en consecuencia, no pueden alcanzar todo su potencial. Un argumento a priori válido, aunque falso. ¿Cómo puede perjudicar a los juveniles del Manchester City entrenar con David Silva, Carlos Tévez o Sergio Agüero? ¿Jugar junto a Nemanja Vidic, Rafael o Patrice Evra perjudica a Chris Smalling y Phil Jones? ¿Entrenar con Luka Modric o Moussa Dembélé ha afectado negativamente al juego de Tom Huddlestone?
 
El problema inglés radica en una etapa previa a la Premier League. Como explican de forma impecable Simon Kuper y Stefan Szymanski en su fantástica obra conjunta Soccernomics, la ausencia de talento inglés reside en otras causas.
 
Para empezar, imponer un límite al número de extranjeros solo equivaldría a proteger a los malos jugadores locales. Los jugadores sin nivel para jugar en la Premier League serían los grandes beneficiados de una medida de este tipo.
 
El auténtico problema, como decíamos, se encuentra mucho antes de llegar a la Premier League. Los jugadores ingleses proceden en su inmensa mayoría de la clase trabajadora, mientras que muy pocos provienen de las clases medias, que tienen tendencia hacia otros deportes. ¿El problema? Que la clase trabajadora en el Reino Unido está decreciendo a un ritmo vertiginoso. En los años 80, el 70% de los británicos dejaba la escuela a los 16 años, a menudo por trabajos manuales. Hoy en día, más del 70% de los británicos permanecen en la escuela después de los 16 años, y más del 40% acceden a la educación superior. El vivero del fútbol inglés está desapareciendo.
 
Otra de las causas citadas por Kuper y Szymanski es la desconexión de Inglaterra respecto a la red de Europa Occidental. Como sucede con todos los sectores e innovaciones, el trabajo en red resulta primordial. Francia, Italia, Alemania y, en última instancia, España, han mantenido desde hace décadas unos lazos de intercambio muy fuertes que ha provocado la transmisión de innovaciones, técnicas de entrenamiento, tendencias, de las que el fútbol inglés se ha mantenido al margen. Y la forma de superar ese déficit es importar talento del continente. ¿Cómo traer a Inglaterra las últimas tendencias? Fichando a Mourinho, Villas-Boas, Ancelotti, Capello, Eriksson, Martin Jol o Benítez. Técnicos que conocen otras culturas y pueden aportar innovación y progreso al fútbol inglés.
 
El miércoles, Inglaterra juega en Suecia. El jueves, toda esta discusión estará olvidada. Hasta la próxima.
 

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Ilie Oleart