Se había especulado con la posibilidad de que los tres jugadores del QPR respaldaran a su compañero Anton Ferdinand en su polémica con el capitán del Chelsea, John Terry, tras los supuestos insultos racistas que le profirió este último.
Parece que los tres están muy molestos por haber visto sus nombres implicados en el asunto. De hecho, Derry ni siquiera estaba en el campo cuando se produjo el supuesto incidente.
Según un portavoz del QPR, «no son ciertas estas afirmaciones. Ninguno de los tres ha sido convocado para aportar pruebas».
La Policía Metropolitana estaba evaluando también una queja anónima procedente de un miembro del público.
Terry ha negado categóricamente haber proferido insulto alguno contra Ferdinand, aunque una grabación de vídeo parece confirmar que se produjo. El incidente ocurrió en el minuto 85, cuando Terry supuestamente pronuncia las palabras «you fucking black cunt» (no hace falta traducción) contra Ferdinand.
Terry dijo que creía que Ferdinand le había acusado de pronunciar un insulto racista y «respondí agresivamente, diciendo que nunca había usado ese término». El Chelsea ha sugerido que Terry solo usó esas palabras como parte de una frase más larga negando cualquier atisbo de racismo.
La toma se corta en un momento crucial por la aparición de Ashley Cole, que será un testigo clave en la investigación.
Ferdinand ha confesado al QPR que no se enteró de nada hasta después del partido, cuando Terry se le acercó para aclarar las cosas.
Es esta incertidumbre la que llevó al QPR ha trasladar el asunto a la Federación para que lo aclarara, algo que se antoja complicado.
Terry seguirá siendo el capitán ingles durante la investigación de la Federación. Algo que podría ser problemático si el hermano mayor de Anton, Rio Ferdinand, fuera convocado. Para más inri, Rio era el capitán hasta que Terry recuperó el brazalete, que había perdido tras su affaire con la expareja de Wayne Bridge.
Si fuera declarado culpable, las consecuencias para Terry podrían ser graves. Además de la posible multa y/o sanción, su futuro internacional podría quedar en entredicho. Además, siempre quedaría abierta la vía penal.