Después de un más que irregular comienzo de temporada, por fin Craven Cottage pudo celebrar una victoria contundente de los suyos frente a uno de los equipos revelación de este inicio de campaña, el Queens Park Rangers de Neil Warnock.

 

No tardó el Fulham ni dos minutos en ponerse por delante en el marcador. Dembélé recogió el balón en la banda derecha y condujo hasta la frontal, desde donde lanzó un potente disparo que el meta del QPR Kenny detuvo, pero no pudo atrapar. El balón quedo muerto dentro del área y Andrew Johnson, la gran figura de la tarde, fue el mas listo de todos cazando el rebote y mandándolo a la red.

 

Los jugadores del QPR ya empezaron a intuir que no sería una tarde agradable y sus sospechas se confirmaron solo 15 minutos después del primer gol. En una jugada aparentemente controlada, el portero Paddy Kenny y el central Fitz Hall se confiaron y apareció Andrew Johson que llegó antes al balón y fue derribado por el meta visitante. El arbitro señaló la pena máxima y Murphy la ejecutó a la perfección mandando el balón a la escuadra y poniendo el 2-0 en el marcador.

 

Cinco minutos antes del receso y cuando los visitantes solo pensaban en llegar al descanso para reorganizar un partido que se les estaba escapando por momentos, llegó el tercero de los «cottagers». Dempsey recibió un pase de Dembélé y desde dentro del área lanzó un disparo que Kenny repelió. Pero de nuevo la delantera del Fulham estuvo más rápida que la defensa del QPR y Zamora recogió el rechazo para poner el pase atrás a Johnson y que este consiguiera el tercero de su equipo y el segundo en su cuenta particular.

 

El Fulham salió a la segunda parte con ganas de darse un festín, consciente que sus aficionados querían más goles después de los últimos resultados. Lo único que podía impedir la goleada local era que el QPR sacara algo de honor, se cuadrase y su defensa pusiera algo más de intensidad al choque. Pero cuando aún no se había llegado a la hora de juego, se comprobó que la zaga visitante ya estaba pensando en otra cosa y daba este partido por perdido.

 

Un falta aparentemente inofensiva se tornó una ocasión clara de gol cuando la defensa del QPR se durmió y el Fulham sacó rápidamente. El esférico fue a parar a los pies de Johnson que solo ante el portero no falló y completo su hat-trick consiguiendo el cuarto para los suyos.

 

Solo cinco minutos más tarde, llegó la manita para el regocijo general del respetable de Craven Cottage. De nuevo la combinación Johnson-Zamora creó estragos en la defensa visitante. Esta vez Johnson entró por la banda, puso el centro raso y Zamora, en un gesto técnico de gran calidad, dejó el balón en el punto de penalti para que el estadounidense Clint Dempsey, con toda la portería a su merced, colocase un disparo raso ajustado al palo que puso el 5-0 en el electrónico.

 

Con este resultado, el Fulham levantó un poco el pie del acelerador. Pero había un hombre que pese a haber intervenido directa o indirectamente en casi todos los tantos, no había conseguido el suyo, y no se detuvo hasta conseguirlo. Esta vez, los papeles se cambiaron y fue Dempsey quien le puso el balón a Zamora que, con un disparo cruzado ante de la salida de Kenny, puso el definitivo 6-0 en el marcador.

 

El resultado se celebró a lo grande por los aficionados del Craven Cottage, conscientes que este puede ser el primer paso para cambiar las malas sensaciones que estaba transmitiendo el equipo de Martin Jol. El QPR, por su parte, deberá borrar este partido de su mente lo más rápido posible, quedarse con el equipo que habíamos visto hasta la fecha y empezar a pensar en el partido que le enfrentará dentro de dos semanas a un equipo en apuros como el Blackburn Rovers.