Un club que aspire a consolidarse en la media tabla de la Premier League debe mantener un equilibrio entre su rendimiento como local y como visitante. Por eso al Queens Park Rangers le va a costar, y mucho, mantenerse en la máxima categoría del fútbol inglés. En The Hawthorns los Rangers han pagado, una vez más, su falta de efectividad jugando fuera de Loftus Road. Mientras que como local ha ganado tres de sus últimos cuatro encuentros, apenas ha cosechado dos tristes puntos en sus últimos once partidos jugados a domicilio.

 

Ante el West Bromwich Albion dirigido por Roy Hodgson, los londinenses se estamparon contra un muro llamado Ben Foster, el portero de los locales. Si bien en la primera parte no hay duda de que los locales fueron superiores, algo que quedó materializado en el minuto 22, cuando Dorrans abrió el marcador con un trallazo desde 25 metros, en la segunda tuvieron ocasiones sobradas para empatar. Pero no lo hicieron. Y pueden pagarlo. Y caro.

 

El mayor culpable de la derrota visitante fue Bobby Zamora. El delantero inglés tuvo ocasiones por doquier, pero su falta de confianza y el atino de Foster impidieron que anotara su tercer gol como jugador del QPR. Aunque sorprenderá a pocos, tampoco estuvo fino Shaun Wright-Phillips. El veloz extremo inglés, que fue la primera sustitución llevada a cabo por Mark Hughes, perdió todos los balones que tocó. No es de extrañar que lleve dos temporadas ligueras completas sin anotar un gol.

 

Pese a la derrota, el QPR se mantiene fuera de la zona de descenso. Sin embargo, no es así por mérito propio. De hecho, podría caer esta misma jornada en zona de descenso en función de los resultados de Bolton y Wigan. Además, desgraciadamente para los de Mark Hughes, tienen un calendario harto complicado. Les esperan a domicilio el Chelsea y el Manchester City, mientras que recibirán en Loftus Road a Tottenham y Stoke. Para mantener la categoría, los de Hughes necesitarán sacar puntos a domicilio, algo que no han logrado hoy, y eso que era el partido más sencillo de los cinco que quedaban.