Álvaro Escalante

El que perdona, la paga (1-3)

Victoria más sufrida de lo que muestra el resultado para el Arsenal en casa de un combativo West Ham. Los de Allardyce se adelantaron en el inicio de la segunda parte y perdonaron varias ocasiones clamorosas para amarrar el resultado. Pero no las anotaron y el Arsenal, cual equipo grande, se aprovechó.

 

Premier League

West Ham 1
Arsenal 3
Ficha técnica
1 – West Ham: Adrián; O’Brien (Demel, 64), Collins (Rat, 37), Tomkins, McCartney; Noble, Nolan (Taylor, 75), Diamé, Jarvis, Joe Cole, Carlton Cole.
3 – Arsenal: Szczesny; Sagna, Mertesacker, Vermaelen, Gibbs; Arteta, Ramsey (Podolski, 65), Cazorla, Ozil (Flamini, 81), Walcott; Giroud (Bendtner, 85).
Goles: 1-0, m.46: Carlton Cole. 1-1, m.68: Walcott. 1-2, m.71: Walcott. 1-3, m.79: Podolski.
El refranero futbolístico está lleno de tópicos que, en ocasiones, se cumplen. Uno de ellos es el que da título a esta crónica y que, en esta ocasión, fue cierto. El West Ham tuvo contra las cuerdas al Arsenal durante veinte minutos pero no le dio la estocada final y lo acabó pagando caro.
 
Salió más intenso el West Ham y aunque parezca mentira, con ganas de dominar. La primera ocasión vino de su lado, cuando Mark Noble ponía en la escuadra una falta escorada pero Wojciech Szczesny sacaba una gran mano para salvar a los Gunners.
 
Se rehizo tras el susto el Arsenal y empezó a tomar el control del balón. Y cuando llegaba a la portería local, la defensa trabajaba bien para mantener la portería a cero. Una de las ocasiones más claras para los de Arsène Wenger llegó en un saque de esquina. La jugada ensayada acabó con un testarazo potente de Santi Cazorla. Una gran intervención de Adrián San Miguel evitó el gol.
 
La posesión pasó a ser total en el ecuador de la primera mitad para el Arsenal, contra un West Ham posicionado defensivamente de maravilla. Tuvo varias claras ocasiones el equipo visitante, como un remate de Theo Walcott, un disparo de Cazorla desde la frontal o una oportunidad de Olivier Giroud libre de marca. Entre medias, el West Ham había dispuesto de un contraataque gracias a una salida desde la cueva de Momo Diamé. Solo contra el mundo, el centrocampista Hammer chutó potente desde lejos para que Szczesny atrapara en dos tiempos.
 
En la recta final tuvo un par de oportunidades el Arsenal, la primera cuando una asociación de muchos quilates entre Mesut Özil y Cazorla acabó con un pase de la muerte del alemán que se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador. La otra nació en las botas de Kieran Gibbs en el descuento, cuando el lateral se internó por la izquierda hasta la cocina. Su pase raso no fue remachado por un Giroud que se quedó con el molde en boca de gol.
 
La segunda parte no pudo comenzar mejor para los de Sam Allardyce, ya que en el primer minuto se iban a colocar por delante en el marcador. Una pérdida de los Gunners dio paso a una contra para los Hammers que acabó rematando Carlton Cole en el área pequeña tras un rechazo de Szczesny.
 
El gol anestesió al Arsenal, que se colapsó en ataque y era sobrepasado en defensa por un West Ham que no lo aprovechó. Una inocencia que le acabó costando el partido. Poco después del gol de Carlton Cole, muy cerca estuvo Matt Jarvis de hacer el 2-0 cuando recibió solo en el área. Su disparo se estrelló contra Szczesny. Tres minutos después el que lo intentaba era Joey O’Brien con un testarazo en plancha a bocajarro. Y en el cincuenta y siete, por poco no pone su segundo gol en el marcador Cole, que no acertó a rematar con potencia el gran centro de Razvan Rat.
 
Tras el chaparrón, el juego del Arsenal floreció de nuevo y en el minuto sesenta una doble intervención de Adrián evitó el empate. Poco tardó en llegar el 1-1 tras un fallo clamoroso del propio Adrián que no atrapó incomprensiblemente un débil chut de Walcott.
 
El Arsenal tiene madera de campeón y, tras abrir la lata, solo le costó tres minutos cristalizar la remontada. De nuevo iba a ser Walcott el que perforara la red, en esta ocasión de cabeza gracias a un servicio impecable de un revulsivo Lukas Podolski. Y el propio internacional alemán pudo marcar el tercero en la siguiente acción pero en esta ocasión tapó bien el cancerbero sevillano.
 
El fútbol es un estado de ánimo y los dos goles de los cañoneros dejaron al West Ham muy aturdido. De eso se aprovechó Podolski para redondear con un gol una gran actuación en el minuto setenta y nueve.
 
El gol de Lukas Podolski le dio carpetazo a un partido en el que Arsène Wenger debe dar gracias a la inoperancia ofensiva de los de Sam Allardyce que se despeñan a la penúltima plaza tras las victorias de sus rivales directos. Por su parte, los del norte de Londres vuelven a colocarse en la punta de la clasificación.
 

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Álvaro Escalante