Tony Pulis ha transformado al Stoke en el transcurso de las seis últimas temporadas pero deberá hacer el más difícil todavía para alcanzar los octavos de final de la Europa League. Un golazo de Mehmet Topal en la primera parte concedió al Valencia su segunda victoria en tierras inglesas en 16 intentos y deja al Stoke prácticamente fuera a menos que logre vencer en Mestalla el próximo jueves.
No se puede achacar nada al Stoke, que hizo lo que pudo ante el tercer clasificado de la liga española. Además de mostrar el fútbol combinativo que se esperaba de ellos, el Valencia demostró estar capacitado para afrontar el reto físico y frustró al Stoke hasta tal punto que el partido se calentó en los compases finales, que el árbitro regó con tarjetas amarillas.
Por si el contraste entre ambos equipos no era suficiente, los dos técnicos ofrecieron en la banda un espectáculo igual de entretenido. Mientras Unai Emery bailaba alrededor del banquillo del Valencia, quejándose sobre todo, desde las entradas de Andy Wilkinson hasta el uso de una toalla por parte de Rory Delap antes de lanzar los saques de banda, Pulis recorría arriba y abajo su área técnica lanzando sus brazos al aire reclamando penaltis y faltas que nunca se señalaron.
En el campo, el Stoke comenzó con buen pie y podría haberse adelantado a los 30 segundos cuando Jon Walters se escapó por la banda derecha pero su disparo se escapó fuera. Los «potters» tuvieron otra buena ocasión a los 14 minutos cuando el primer saque de banda de Delap provocó el desconcierto en el área valencianista y podría haber acabado en gol si Walters, en el segundo palo, hubiera alcanzado a empujar el balón.
Pero ahí empezó el Valencia a mostrar su clase. Comenzaron a controlar la posesión, mejoraron la precisión en el pase y sus movimientos fluidos comenzaron a generar ocasiones. Jonas Gonçalves estuvo cerca de marcar pero Asmir Begovic detuvo su disparo al primer palo. El portero del Stoke, sin embargo, no pudo hacer nada ante el impacable disparo de Topal a los 36 minutos, que se coló por la escuadra desde más de 30 metros. Algunos aficionados del Stoke llegaron a aplaudir el gol.
Peter Crouch fue el jugador más peligroso de los locales. Primero, pidió penalti tras empujón en el área del Valencia, y luego envió una acrobática volea que casi acaba en gol. Pero los de Emery se encontraban cada vez más a gusto.
Tras la pausa, el Stoke acusó las prisas y fue el Valencia el que estuvo más cerca del segundo. Sofiane Feghouli disparó con la izquierda tras deshacerse de Andy Wilkinson pero Begovic detuvo su lanzamiento.
El Stoke deberá visitar Mestalla con el objetivo de ganar. Una misión casi imposible, aunque si en el pasado un equipo ha demostrado fe en sí mismo y una total falta de respeto por los límites es el equipo de Tony Pulis.