Premier League
Sunderland | 4 |
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Cardiff City | 0 |
Ficha técnica |
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4 – Sunderland: Mannone, Vergini, Alonso, Cattermole, O’Shea, Brown, Larsson (Giaccherini, 73), Colback (Bridcutt, 84), Wickham, Johnson (Gardner, 84), Borini. |
0 – Cardiff City: Marshall, Théophile-Catherine, Fabio (Jones, 64), Medel, Caulker, Cala, Cowie (Zaha, 45), Mutch, Campbell (Bellamy, 74), Whittingham, Daehli. |
Goles: 1-0, m.26: Wickham. 2-0, m.45: Borini. 3-0, m.76: Giaccherini. 4-0, m.86: Wickham. |
El Sunderland llegaba a este encuentro como el último clasificado en la tabla, aunque cierto es que contaba con la gran inyección de moral que supuso derrotar al Chelsea en Stamford Bridge. El Cardiff aterrizaba en el norte del país con dos resultados positivos bajo el brazo, tras haber ganado en Southampton y logrado un punto ante el Stoke.
El partido comenzó con un Sunderland arrollador, que salió en tromba para intentar adelantarse lo antes posible en el electrónico. El Cardiff, bien porque no se lo esperaba o bien porque no podía mantener ese ritmo, tuvo replegarse y al menos logró que las acometidas iniciales del rival no acabasen en gol.
Poco a poco, los Bluebirds fueron asentándose sobre el terreno de juego, tomando algo más del control. Jordan Mutch y Peter Whittingham trataban de crear algo de juego, pero no eran capaces de tener excesiva transcendencia. El noruego Mats Daehli era el futbolista más incisivo de los visitantes, tirando desmarques, ofreciéndose y buscando regatear a los defensores contrarios.
El Sunderland intentó lanzar algunos balones largos hacía Connor Wickham, pero no lograron sorprender a un portero casi siempre seguro como es el escocés David Marshall. Después, en el minuto 26, el sueco Sebastian Larsson ejecutó de manera magnifica un saque de esquina, que Wickham remató a gol en el segundo palo tras una deficiente acción defensiva en la marca del lateral diestro francés Kevin Theophile-Catherine sobre el ariete inglés.
Con un gol en el casillero local, el Cardiff trató de inquietar a Mannone pero sin éxito alguno. El fantástico despliegue defensivo del Sunderland anuló a los Bluebirds. Las llegadas desde segunda línea de los centrocampistas locales causaban más estragos que cualquier intento de los de Solskjaer.
En el minuto 44 de juego, el defensa central español Juan Cala tuvo un grave despiste que le costó perder el balón en su propio campo en beneficio de Wickham. El ex del Ipswich, consiguió correr con el balón hacía la portería y Cala no tuvo más remedio que agarrarle en la frontal hasta que entraron en el área. Phil Dowd dejó continuar la acción, Wickham se zafó de Cala, encaró a Marshall, que le cerró casi todos los huecos, se escoró hacía fuera, disparó y el propio Cala despejó sobre la línea de gol. Dowd, que había aplicado la ley de la ventaja en la falta de Cala, retrotrajo toda la jugada hasta el punto de la infracción e indicó penalti aunque parece que el agarrón se había producido fuera del área. Al ser último hombre, independientemente de donde se produjese la falta, Cala fue correctamente expulsado. El penalti se encargó de tirarlo el atacante italiano cedido por el Liverpool, Fabio Borini, que no falló desde los once metros y amplió la ventaja del Sunderland a dos tantos de diferencia, algo que innegablemente condicionó el encuentro.
Para la segunda mitad, Solskjaer decidió sustituir a Don Cowie por un futbolista más desiquilibrante como Wilfried Zaha, que acabó efectuando un mal partido, haciendo la guerra por su cuenta, mareándose a sí mismo con regates defectuosos ante una sólida defensa y teniendo algún que otro pique con el lateral español Marcos Alonso. El Sunderland salió fuerte en la reanudación, dispuesto a finiquitar el duelo ante un mermado Cardiff, que aún con un efectivo menos, mostraría todo el orgullo Bluebird en el segundo periodo. Con el paso de los minutos fueron los visitantes quienes cada vez dispusieron de más oportunidades de marcar, pero les resultaba imposible materializarlas.
Mientras, la afición Black Cat estaba muy metida en el partido, apoyando a su equipo y también involucrándose en las sustituciones del conjunto rival, aplaudiendo a Kenwyne Jones (ex Sunderland) en su salida al campo en lugar del desquiciado Fabio Da Silva y minutos más tarde, en otra entrada, abucheando a Craig Bellamy, un ex futbolista del Newcastle.
En el minuto 72, Gustavo Poyet asestó el que sería el golpe definitivo al rival dando entrada al dinámico extremo Emmanuele Giaccherini. Toda la entrega mostrada por el Cardiff terminó siendo en vano, puesto que tres minutos después llegaría el tanto de la sentencia. Marcos Alonso arrancó la jugada con un balón para Wickham, que controló muy bien dándosela justo después a Borini, que tras una buena conducción le proporcionó un fantástico pase al espacio a Giaccherini, que llegó en diagonal y de primeras disparó batiendo por bajo a Marshall y marcando la sentencia.
Con el conjunto galés totalmente roto, el club norteño terminaría anotando un cuarto gol, aumentando así el júbilo y la alegría de casi todo el Stadium Of Light. En el minuto 85, Theophile-Catherine cortó una conducción de Wickham por la izquierda, mandando el esférico a córner. El encargado de botar el saque de esquina fue Giaccherini, que puso un fenomenal centro, que Wickham remató a gol, poniendo así el 4-0 final en el luminoso y colocando también la guinda a su estelar partido.
El Sunderland, que hace escasas fechas parecía muerto y desahuciado, ha demostrado que en fútbol no se puede dar nada por hecho. Y Connor Wickham ha logrado en este tramo final de temporada resucitar no sólo a los Black Cats con sus goles sino también su propia carrera, que ahora parece encaminada a lo que se esperaba cuando este joven futbolista salió de la cantera del Ipswich Town.