Steve Bruce encaró este partido consciente de que una nueva derrota en casa (el Sunderland había perdido ocho de sus últimos nueve partidos como local) podría derivar en su despido como técnico.

 

Una derrota habría dejado al Sunderland en la cola de la Premier League, no la posición que el propietario estadounidense, Ellis Short, esperaba cuando invirtió una fortuna en fichar a 11 jugadores este verano. Siete de ellos fueron titulares hoy y dos contribuyeron decisivamente a ganar el partido y el trabajo de Bruce.

 

Sebastian Larsson marcó un gol y regaló otros dos, y Craig Gardner, otro jugador procedente del descendido Birmingham City, marcó el primero con su nuevo club. Una actuación que permite al Sunderland ascender a la 12ª posición.

 

La presión sobre Bruce aumentó con la derrota ante el acérrimo rival, el Newcastle, cuyo ascenso a la cuarta posición ha contribuido a aumentar la presión.

 

Irónicamente, fueron dos exjugadores del Newcastle los que abrieron el marcador a los 11 minutos. Titus Bramble aprovechó el lanzamiento de córner de Larsson para batir a Asmir Begovic.

 

Cinco minutos después, los locales aumentarían la ventaja. Un centro de Larsson fue desviado por Jonathan Woodgate y se coló en la portería del Stoke.

 

A la media hora cayó el tercero. Gardner disparó desde fuera del área y su lanzamiento fue desviado por Ryan Shawcross lo justo para batir a Begovic una vez más. Larsson puso la guinda con un golpe franco a los 58 minutos.

 

Esta fue la primera vez que el Stoke concedía cuatro goles en liga en 16 meses, pero su técnico, Tony Pulis, rechazó usar el viaje a Kiev del jueves para disputar la Europa League como excusa para el pésimo partido de su equipo. Lo cierto, sin embargo, es que el Stoke que ganó la semana pasada al Liverpool y el de esta tarde se parecieron en poco, algo que Pulis deberá mejorar ante la avalancha de partidos intersemanales que se le avecina.