El dueño del Wigan, Dave Whelan, criticó públicamente las decisiones de su técnico, Roberto Martínez, después de que su racha de seis meses sin ganar en casa se ampliara una semana más tras caer por 0-2 ante el Swansea. Whelan, sin embargo, afirmó que el puesto de Martínez no estaba en peligro.

 

Whelan mostró su descontento por la presencia en el banquillo de Victor Moses, Hugo Rodallega y Mohamed Diamé en un partido crucial para la permanencia. La derrota deja al Wigan a dos puntos del objetivo a falta de 11 partidos.

 

«Esta ha sido nuestra peor actuación en cuatro o cinco años y me reuniré con Roberto el lunes para preguntarle algunas cosas respecto a la alineación y al rendimiento del equipo», declaró Whelan.

 

Desde que Martínez rechazó al Aston Villa en verano y decidió mantenerse fiel al Wigan, los «latics» han ganado cuatro partidos entre todas las competiciones. Para más inri, la derrota llegó ante su antiguo equipo y en una semana en que no pudo contar con ocho de sus jugadores, que viajaron con sus selecciones. Moses, de 21 años, no regresó de Ruanda, donde debutó con Nigeria, hasta el viernes.

 

Un cuarto de los puntos del Wigan esta temporada los lograron en agosto frente a equipos recién ascendidos. Así que este encuentro y el próximo viaje a Norwich representaban una inyección potencial de puntos. Sin embargo, esta tarde cayeron por culpa de dos magníficos goles de Sigurdsson en cuestión de nueve minutos, a un lado y otro del descanso.

 

Los visitantes fueron siempre mejores y gozaron de más ocasiones. La primera, a los pies de Scott Sinclair, que regateó a Ali Al-Habsi pero vio cómo su disparo era despejado sobre la línea por McCarthy. Pero los galeses finalizaron el primer tiempo por delante gracias a un disparo lejano del islandés Sigurdsson, cedido por el Hoffenheim hasta final de temporada, ante el que nada pudo hacer Al-Habsi.

 

El internacional islandés envió otro balón a la escuadra nueve minutos después del descanso cuando Moses, que había entrado desde el banquillo, derribó a Nathan Dyer. La falta de Sigurdsson se coló por la escuadra de Al-Habsi, que ni se movió.

 

El Swansea perdió el control del balón tras la expulsión de Nathan Dyer a la hora de juego tras cometer una falta sobre Jordi Gómez. «No hubo mala intención pero cuando vas con los pies en el aire y muestras los tacos, te pueden expulsar, y el árbitro estaba bien situado», dijo Rodgers.