El Tottenham Hotspur se mantiene con opciones de ganar el título y abre todavía más brecha con el cuarto clasificado, el Chelsea, tras vencer cómodamente al Wigan en White Hart Lane.

 

Una vez más, los Spurs encontraron la inspiración a través de Gareth Bale, que exhibió su velocidad y precisión en la finalización con dos goles. Bale no se limitó a los costados, sino que cayó con asiduidad por el centro, generando peligro constantemente.

 

El Tottenham está a cinco puntos del Chelsea y a once del quinto, el Liverpool. «Sigo mirando la distancia con los de atrás…13 puntos con el Arsenal ya es una buena ventaja, ¿no?».

 

Los Spurs parecen destinados a la Champions League, mientras el Wigan, a pesar de sus intentos por practicar un fútbol de toque, parecen condenados al descenso. No les ayudó tampoco la marcha de Franco Di Santo tras una entrada de Benoît Assou-Ekotto.

 

«Era tarjeta roja», dijo Roberto Martinez. «Otra decisión importante en contra. Me sorprendió que Lee Probert no le mostrara la roja porque estaba bien situado. Hizo un buen arbitraje. Tuvimos suerte de que lo de Franco no es grave. Se podría haber roto la pierna».

 

Los Spurs dominaron la primera parte a placer. Y fruto de ese dominio llegó el 1-0 antes de la media hora. Modric envió un pase magnífico para Bale, que controló con el pecho y superó a Ali Al Habsi con la pierna izquierda. Un gran gol. Y un gran error defensivo. A pesar de jugar con tres centrales, Bale apareció por su espalda y tuvo tiempo de sobras para rematar a placer.

 

El segundo tardó cinco minutos en llegar. Rafael van der Vaart tuvo que retirarse lesionado y fue sustituido por Livermore. No importó. Assou-Ekotto se internó por la izquierda y cedió a Modric. El croata, a la media vuelta, envió el balón al fondo de las mallas desde fuera del área.

 

En la segunda parte, los Spurs siguieron controlando el partido pero el Wigan demostró algo más. Algo. Pero de nuevo apareció Bale. A la hora de juego, superó a Ronnie Stam y envió un disparo seco a la base del palo de Al Habsi para poner el 3-0.

 

El gran James McArthur, que salió por Jordi Gómez en la recta final, marcó el tanto de consolación con una volea sobre Friedel. Y casi añade el segundo poco después. El momento cómico del partido llegó cuando Martínez sacó al pequeño Albert Crusat al campo. Los aficionados de los Spurs dirigieron a los del Wigan el siguiente cántico: «Why’s your mascot on the pitch?» («¿Por qué está vuestra mascota en el césped?».