Ilie Oleart

El Tottenham ni siquiera necesita jugar bien para ganar

El Arsenal mejoró ante los Spurs el domingo pero sus carencias crónicas le volvieron a costar el partido. Hoy en día, el Tottenham parece más preparado para hacerse con la cuarta plaza que sus rivales del norte de Londres.

 
Pocas veces el Arsenal se ha plantado en White Hart Lane sin ser favorito. Al fin y al cabo, los «gunners» solo habían perdido cuatro de sus últimos 36 partidos contra los Spurs. A pesar de eso, lo peor para Wenger fue que el Tottenham ni siquiera tuvo que exhibir su mejor versión para hacerse con la victoria.
 
Los visitantes gozaron de la mayoría de la posesión en la primera parte, creando ocasiones y mostraron carácter para recuperarse tras el primer gol. Sin embargo, a pesar de las buenas actuaciones de Francis Coquelin y Aaron Ramsey, el Arsenal amplió su racha a ocho partidos sin ganar fuera de casa, la peor racha desde el invierno de 1991‑92.
 
El Arsenal, a pesar de su fragilidad defensiva, mereció más. Especialmente porque Harry Redknapp cometió el error de dejar fuera a Sandro y optar por darle continuidad a la pareja Jermain Defoe y Emmanuel Adebayor en punta. El pobre Parker tuvo que realizar el trabajo defensivo que no realizaban Rafael van der Vaart, Luka Modric y Gareth Bale en la medular. El Arsenal gozó de superioridad en la zona media y eso le permitió controlar la posesión. De hecho, fue la incapacidad de Van der Vaart para cubrir a Alex Song lo que propició el tanto del empate del Arsenal. La entrada de Sandro en el minuto 64 y su contribución en el segundo gol demostró el error táctico inicial de Redknapp.
 
Uno de los centros de atención del partido era Adebayor, un jugador que cuando estaba en los «gunners» le causó más de un disgusto a su actual equipo. Esta vez, sin embargo, no marcó. Su contribución fue esta vez en forma de asistencia en el primer gol del partido.
 
El Arsenal ha cambiado su defensa zonal por el marcaje personal, en un intento por corregir algunos defectos defensivos crónicos. Sin embargo, existe un defecto recurrente que será más difícil de paliar: los balones parados. La última prueba llegó a los 17 minutos del tiempo, cuando Sandro se escapó de Ramsey y Mikel Arteta, y recogió el saque de Benoît Assou-Ekotto. El brasileño llegó a la línea de fondo, desde donde puso el pase atrás en la jugada que desembocaría en el gol de Walker.
 
Spurs y Arsenal solo podrán ser juzgados a final de temporada pero actualmente, los primeros parecen más preparados para competir por la cuarta plaza que sus vecinos del norte de Londres. El Arsenal no estuvo mal el domingo pero algunos malos hábitos parecen difíciles de erradicar: demasiado juego horizontal en la zona ofensiva y falta de concentración en la retaguardia. Los Spurs, como el Arsenal, comenzaron mal pero ya acumulan cuatro victorias consecutivas. Luka Modric no se ha movido de White Hart Lane y Adebayor y Parker son excelentes incorporaciones. Si pueden contar con el excelente Ledley King más partidos y recuperan a Michael Dawson pronto, el equipo de Harry Redknapp estará en la próxima edición de la Champions League.
 

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Ilie Oleart