Hace solo unos meses, el Tottenham quedaba apeado de Europa por el Real Madrid. Eran los cuartos de la Champions League. En esta ocasión, quién les ha dejado (casi) fuera ha sido el PAOK de Salónica, quinto en la liga griega. La victoria del Rubin Kazan por 4-1 sobre el Shamrock Rovers implica que el destino del Tottenham Hotspur ya no está en sus manos.

 

Los Spurs vivieron un primer cuarto de hora caótico, que se cerró con dos goles del PAOK, obra de Dimitrios Salpigidis y Stefanos Athanasiadis. El Tottenham nunca se vio capaz de remontar, a pesar jugar con un hombre más casi una hora.

 

Luka Modric recortó distancias de penalti y Jermaine Defoe marcó en los minutos finales pero el gol fue anulado por una falta previa del delantero sobre Pablo Contreras.

 

La salida del PAOK fue fulminante. Georgios Georgiadis, con mucho espacio en la izquierda, superó a Vedran Corluka fácilmente y centró para que Salpigidis, libre de marca, pusiera el 0-1 ante la pasividad de William Gallas y Sébastien Bassong.

 

Los locales parecían atontados y los griegos lo aprovecharon. Corluka permitió a Georgiadis escaparse y enviar un pase para Athanasiadis, que batió a Heurelho Gomes para poner el 0-2. El guardameta de los Spurs, que ha perdido la titularidad tras la llegada de Friedel, ponía cara de no saber ni qué estaba pasando.

 

Arriba, Defoe parecía desconectado, y ni siquiera Modric logró marcar el ritmo del partido. La última vez que los Spurs estuvieron dos goles por detrás tras un cuarto de hora fue en San Siro. En aquella ocasión, Gareth Bale respondió a la ventaja de cuatro goles del Inter de Milán con un hat-trick. Pero esta vez ni siquiera el crack galés pudo evitar el desastre.

 

Defoe gozó de la primera ocasión para el Tottenham, tras una dejada de Harry Kane, y obligó al guardameta Kostas Chalkias a intervenir. Pero la resistencia griega no duraría mucho. Kostas Stafylidis, intentando evitar el gol de Kane sobre la línea de gol, tocó supuestamente el balón con la mano y el árbitro Bas Nijhuis le mostró la roja directa. Las repeticiones muestran que el balón tocó el torso de Stafylidis cuando intentaba apartar la mano. En todo caso, Modric puso el 1-2 y todavía quedaba casi una hora de juego para remontar.

 

El Tottenham se volcó en el ataque, en especial tras la salida de Bale. Defoe casi logró el 2-2 pero el árbitro anuló el gol que podría haberle dado esperanzas al Tottenham de pasar a la siguiente ronda. En todo caso, el técnico Harry Redknapp tampoco parecía especialmente molesto.