Anfield recibía con cautela a un diezmado Tottenham, que llegaba a esta trigésimo séptima jornada justito de fuerzas y con multitud de lesiones. Era el encuentro clave de la temporada para ambos equipos, que se jugaban depender de ellos mismos para conseguir el billete para la Europa League del año que viene. El árbitro, el amigo de Ferguson, Howard Webb.
Al Liverpool le valía con un empate, pero Kenny Dalglish hizo lo mismo que Dustin Hoffman en «Tootsie»: se disfrazó de una cosa que no es. Traicionó la filosofía de su equipo poniendo de titular a Carroll, que es un buen jugador, pero tal y como se las estaban arreglando los «reds» sin él, lo lógico era que empezara en el lado izquierdo del banquillo, como mucho en el derecho, pero no en el campo. Por su parte, el Tottenham salió con el once lógico, con la inclusión de Luka Modric y el mejorado Sandro en el doble pivote, Lennon y el no extremo Pienaar por las bandas, Van der Vaart en la media punta y Peter «el espárrago» Crouch en punta.
El encuentro inició con un Modric brillante y un Van der Vaart decisivo, que enganchó una soberbia volea tras un córner sacado por Modric para poner el 0-1. Fueron unos primeros 20 minutos esplendorosos de los «spurs», que fueron muy superiores en el centro del campo, gracias a Sandro y a Modric. A partir de ahí, los «reds» mejoraron pero no fueron capaces de materializar ese dominio.
La segunda parte estaba destinada a ser puro espectáculo, pero Howard Webb decidió ser el protagonista, señalando un más que riguroso penalti del jovencísimo Flanagan a Pienaar. Marcó Modric el penalti y ahí se acabó el partido. Suárez siguió peleando, pero esta vez no se sacó nada de la chistera.
Dalglish hizo lo mismo que Dustin Hoffman en «Tootsie»
Después de tanto remar, los «reds» morirán en la orilla
Esta victoria supone un mazazo para unos «reds» que después de tanto remar, morirán en la orilla. En defensa, parece claro que hace falta un zurdo para el lateral izquierdo, pues la salida de balón por la izquierda con Glen Johnson es exactamente lo que parece: insegura. En ataque nadie estuvo fino, pero donde perdió el partido fue en el medio, pues Sandro y Modric fueron infinitamente mejores que Spearing y Lucas, a los que les falta presencia. Por otra parte, Suárez inició una cruzada personal en contra de todos los defensas «spurs» y de Howard Webb, al que no dejó de reclamar. Por último, tampoco ayudó la ausencia de Andy «ponme otra más» Carroll, al que no se le vio por el campo. Probablemente estaba tomando unas cañas, pero no con Reina, que andaba algo atareado.
Por parte de los «spurs», hay que reconocer que tuvieron algo de suerte con el penalti, pues las cosas se hubieran podido poner feas. A Modric le falta continuidad en los partidos, aparece y desaparece, lo que da inseguridad al equipo. Lennon estuvo desaparecido, Van der Vaart, pese al gol, estuvo lento y no participó todo lo que le hubiera gustado, Pienaar jugó de extremo sin ser extremo y así le fue, mal. Si quieren pelear por la Premier, necesitarán un delantero centro competente, pues Crouch, Defoe y Pavlyuchenko están bien como recambios, pero ninguno debería ser titular de un aspirante al título.
En la suma de la temporada, el Tottenham ha merecido más los puestos europeos que el Liverpool, aunque salía como claro favorito el equipo de Dalglish. Solo una victoria de los «reds» y un tropiezo de los «spurs» haría que los «spurs» perdieran la plaza de Europa League. El Tottenham se enfrentará como local al Birmingham mientras que el Liverpool jugará a domicilio ante los «villanos».
Liverpool: Reina; Flanagan, Carragher, Skrtel, G. Johnson; Lucas Leiva, Spearing (Shelvey, 64), Kuyt, Rodríguez (Ngog, 75); Suárez, Carroll (J. Cole, 88)
Tottenham: Cudicini; Kaboul, Dawson, King, Rose (Bassong, 82); Sandro, Modric, Pienaar (Kranjcar, 90), Van der Vaart (Defoe, 53); Lennon; Crouch
Goles: 0-1: Van der Vaart (9), 0-2: Modric, pen. (56)
