Cinco minutos que pasarán a la historia de la ciudad de Manchester. Cinco minutos de descuento que dictaminó el colegiado Mike Dean en el partido entre Manchester City y QPR. Cinco minutos en los que el Manchester United casi pudo tocar el trofeo de campeón, conseguir la milagrosa e inesperada gesta, hasta que todo se desvaneció como un castillo de naipes. Las noticias volaban hasta el Stadium of Light. Al equipo de Mancini las cosas no parecían irle tan bien como se esperaba y un beligerante QPR que se jugaba la permanencia estaba creando muchos problemas en el Eithad Stadium.

 

Los “red devils”, por su parte, iban haciendo los deberes. Pasados 20 minutos, Rooney recibía en el segundo palo un buen centro de Phil Jones y libre de marca batía a Mignolet. Tras ese gol, el United fue campeón durante 19 minutos, hasta que Zabaleta adelantó al City en el Etihad. Así, con victoria por la mínima de los dos equipos y el City como virtual campeón, llegamos al descanso.

En la reanudación, el United jugó en dos campos. Las noticias se sucedían y parecían demasiado buenas para ser verdad. Primero, Cissé empató el encuentro para el QPR. El United volvía a ser campeón. Veinte minutos más tarde, el sol brillaba aún con más fuerza. Mackie adelantaba a los Rangers en el Etihad. El City necesitaba dos tantos para no dejar escapar el título.

 

Mientas, en el Stadium of Light, los minutos trascurrían sin demasiados sobresaltos. El United controlaba el esférico y mantenía el resultado, mientras el Sunderland solo se acercaba tímidamente a la portería de De Gea.

 

Entonces llegamos al tiempo de descuento y el caos se desató. Antes que acabase el partido de los “red devils”, las noticias se volvían un poco más oscuras. Dzeko empataba el partido ante el QPR. Al City le faltaba un gol para ser campeón y quedaban cuatro minutos de tiempo extra. El partido del United se terminó justo a tiempo para engancharse a la radio y escuchar como Agüero obraba el milagro en el Etihad Stadium. Al United se le escapaba la liga en el último suspiro.

 

El destino tiene estas jugadas. Sir Alex Ferguson sabe lo que es ganar un título en el tiempo de descuento. Sheringham y Solskajer. Imposible olvidarse hoy de estos nombres. Dos delanteros que obraron el milagro en Barcelona en 1999, en aquella memorable final de la Champions League. Si estos nombres se escribieron en letras de oro en la historia del United, hoy Dzeko y Agüero escalan a la primera posición en el ránking de episodios oscuros de los “red devils”.

 

Seguramente, el United perdió esta Premier en los enfrentamientos directos con el City, en los que salió derrotado, pero por momentos hoy pareció que la suerte del campeón acompañaría a Ferguson mientras sus vecinos veían como la presión les volvía a dejar fuera de la gloria. Pero la historia ha cambiado. En solo cinco minutos, el United ha pasado a ser el segundo equipo de la ciudad. El vecino del campeón de la Premier League.