Jean Claudel

El United recurre a Wall Street para enjugar su deuda

El Manchester United espera frenar su deuda entrando en la bolsa de Nueva York. La familia Glazer, propietaria del club, espera pagar parte de la deuda del club, que asciende a 423 millones de libras. La intención es inscribir la empresa en las islas Caimán.

 
La familia Glazer, propietaria del Manchester United, ha anunciado su intención de trasladar el domicilio del club al paraíso fiscal de las islas Caimán y lanzar sus acciones en la bolsa de Nueva York.
 
La principal intención es vender suficientes acciones entre los nuevos inversores como para enjugar parte de la deuda del club, que asciende a 423 millones de libras. Esta deuda fue introducida en el club cuando los Glazer compraron el club en 2005. A día de hoy, la compra de los Glazer le ha costado al United más de 500 millones de libras en intereses y cargos bancarios, ya que pidieron prestados 525 millones de libras para comprar el club y luego lo convirtieron en el responsable de esa deuda.
 
En una declaración de registro ante la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU., los Glazer dejan claro que han reorganizado la propiedad del United, a través de las islas Caimán, de forma que puedan recibir el dinero de los inversores y retener el control del club. Las acciones del United se dividirán en dos tipos, A y B. Las acciones A saldrán a la venta en la bolsa de Nueva York, mientras que la familia Glazer retendrá la propiedad de las acciones B, que acumulan diez veces más derechos de voto que las acciones A.
 
Manchester United Ltd, reorganizada para ser una compañía de las islas Caimán, seguirá siendo propiedad de los «descendientes» de Malcolm Glazer, es decir, sus cinco hijos y su única hija.
 
Los nuevos inversores no solo no tendrán derecho de voto sino que tampoco hay intención de pagarles dividendos, así que el único beneficio sería una posible venta futura a través de las islas Caimán.
 
Para animar a los posibles inversores, el documento recurre a la popularidad global del club, afirmando que cuenta con 659 millones de «seguidores» en todo el mundo. También menciona una audiencia televisiva global y que «el año pasado se vendieron más de cinco millones de artículos de la marca Manchester United».
 
La normativa relativa a las salidas a bolsa de EE.UU. obligan a la empresa a mencionar también factores de riesgo que los inversores deben tener en cuenta. En este capítulo, existe una advertencia formal de que las deudas del United, originadas por la compra original de los Glazer, «podrían afectar negativamente a nuestra salud financiera y nuestra posición competitiva».
 
El documento explica que la deuda, cifrada en 423 millones, a pesar de los 500 millones que el United ha pagado desde 2005, podría afectar a la capacidad del club para competir por jugadores. Ese es el impacto de esta deuda descontrolada que los representantes de los Glazer y el director ejecutivo del club, David Gill, han querido negar siempre. Este nuevo paso del Manchester United, inscrito en las islas Caimán y vendido en Nueva York, tiene como objetivo reducir esa deuda, encontrando nuevos inversores mientras los Glazer mantienen el control.
 

Sobre el autor

Jean Claudel