El Manchester United, tras algunos partidos metido en un bache de juego y sensaciones, se dio un festín en Craven Cottage a costa de un flojísimo Fulham. Los de Ferguson mostraron una gran efectividad y prácticamente sentenciaron el partido en los primeros compases del encuentro. Los visitantes saltaron al césped centrados en la victoria con un Nani incisivo y resolutivo que fue el más destacado del encuentro.

 

Ferguson depositó de nuevo su confianza en el dúo atacante que tan buenos resultados le ha dado en las últimas jornadas, Wayne Rooney y Danny Welbeck, secundados por un Antonio Valencia en la banda derecha que poco a poco va recuperando el gran nivel que exhibió la pasada temporada antes de su desafortunada lesión.

 

El Fulham, que saltó al césped de su propio estadio falto de confianza, dispuesto a defenderse durante los noventa minutos de las embestidas de de los «red devils», más que a buscar una victoria, vio cómo los visitantes se hacían con el dominio del balón desde el inicio y cómo se adelantaban a los cinco minutos.

 

Welbeck recogió en el interior del área un pase cruzado que había lanzado el portugués Nani para superar al guardameta del Fulham y demostrar la superioridad de los visitantes.

 

El Fulham no generó demasiadas dificultades para los de Ferguson, que han sumado 9 tantos en dos partidos y, poco a poco, van dejando entrever ese magnífico equipo que llegó a la final de la Champions League el año pasado y que comenzó como un misil en esta.

 

Antes de que se cumpliera la media hora de juego, Nani puso el segundo de la tarde rematando a la red un córner servido desde la izquierda por Ryan Giggs.

 

El propio jugador galés sería quién ampliaría las diferencias antes del descanso tras recibir un pase dentro del área del propio Nani y colocar un buen disparo ante el que nada pudo hacer Stockdale.

 

Sin posibilidad de que el Fulham llegara a inquietarles, los de Ferguson dedicaron la segunda parte a mantener su dominio hasta que, dos minutos antes del final, Rooney no dejó pasar la oportunidad de añadir un tanto a la goleada. El 10 del United recibió una asistencia de Giggs y, desde fuera

del área, lanzó un latigazo que significó el 0-4 en el marcador.

 

Con Craven Cottage vaciándose a marchas forzadas por la pésima imagen mostrada por los de Martin Jol, Berbatov aprovechó de nuevo los pocos minutos de los que disfruta para sumar otro tanto a su cuenta goleadora particular y conseguir la “manita” para el United. El búlgaro remató a la red un buen pase de Antonio Valencia cerrando un partido que sin duda servirá al United para volver a convencerse que, a pesar de que el himno de la Champions League ya no volverá a sonar en Old Trafford hasta la próxima temporada, la liga está muy abierta. Si mantiene la efectividad mostrada esta tarde, el United lucharán hasta el final por ella.