El Manchester United cerró su semana negra con una victoria solvente ante unos Wolves que jamás creyeron poder sacar nada de Old Trafford. El equipo de Mick McCarthy era el equipo idóneo para que el United olvidase su fracaso en Champions League. Lejos de Molineux, los Wolves defienden con las líneas muy atrasadas y permiten a su oponente mover el balón a placer. Para colmo, es un equipo realmente blando en defensa y que sufre graves dificultades para salir con el esférico controlado.

 

Por si no fuera suficiente, los de McCarthy tampoco muestran la intensidad del que se pelea por no caer en el pozo, más bien del que se siente bien acomodado en mitad de la tabla y se juega pocas cosas.

 

El United jugó a voluntad desde el principio y, aunque no lo hizo con mucha soltura, las ocasiones se sucedieron del bando de los “red devils” desde los primeros compases. Carrick, Rooney y Nani estuvieron cerca de poner el 1-0 antes de que el propio Nani en el minuto 17 abriera el marcador.

 

El extremo portugués recibió un pase de Antonio Valencia en la esquina del área, recorrió en paralelo a la portería la línea de la frontal del área hasta encontrar el hueco por donde disparar raso y batió a Wayne Hennesey.

 

Tras el gol de Nani, el United pudo volver a marcar acto seguido cuando Phil Jones, que se ha convertido en pieza fundamental de este equipo, casi empuja a la red una gran jugada trenzada entre Nani, Rooney y Danny Welbeck. Los Wolves a duras penas podían traspasar la línea de medio campo con el balón, en lo que se auguraba una tarde larga para los de McCarthy.

 

Solo 4 minutos más tarde de la ocasión de Jones, Rooney puso el 2-0. Recibió un pase de Nani y desde la frontal, tal y como había hecho el portugués, batió a Henessey con un disparo ajustado.

 

El United levantó el pie del acelerador y los Wolves mantuvieron su portería a salvo hasta el descanso. Al comienzo de la segunda mitad incluso pusieron algo de picante al partido con un gol que les permitió recortar diferencias, tras haber estado todo el primer tiempo casi sin inquietar la portería de David De Gea.

 

Matt Jarvis dejó atrás con facilidad a Smalling y colocó un centro para que Fletcher se midiera con Evra en el salto. Obviamente el 1,95 del escocés venció al 1,73 del francés y el testarazo se coló en la portería del United. Era el tercer gol de Fletcher en dos partidos, tras su doblete ante el Sunderland.

 

Las esperanzas de los Wolves de remontar el encuentro se mantuvieron vivas nueve minutos, los que tardó Nani en volver a marcar. El portugués, al igual que en el primer gol, recibió un pase de Valencia para conectar un disparo desde dentro del área que significó el 3-1.

 

Rooney cerró la goleada solo seis minutos más tarde con un chut desde dentro del área que rozó el palo izquierdo de Hennesey. El pase corrió por cuenta de Antonia Valencia, que cerró así su particular hat-Trick de asistencias.

 

La victoria del United no sirve para cerrar aún las heridas pero deja algunas sensaciones de recuperación. Jones y Valencia fueron la nota positiva de la tarde para los “red devils”, mientras que Smalling y Welbeck parecen haber perdido la chispa que les hizo brillar al comienzo de la campaña. Los Wolves nunca fueron rival para el United. Lástima que no participen en la Champions League.