Sir Alex Ferguson es un cachondo. No lo es solo por las conversaciones que, después de los partidos, mantiene con los entrenadores rivales mientras beben algo de whisky escocés, sino por muchas otras cosas. Entre ellas, por extravagantes alineaciones, como la de este Boxing Day.

 

Consciente de la debilidad del Wigan, un equipo que ha perdido en todos los partidos que ha jugado contra el United en la Premier League (con el de hoy van 14), salió con un once que no hubiera acertado ni el mejor de los adivinos. Lindegaard ocupó la portería, Carrick jugó como central junto a Evans, Antonio Valencia se situó en el lateral derecho, Gibson, Giggs y Park en el centro del campo, y «chicharito» Hernández junto a Berbatov en la delantera. Ferguson se mofó directamente del Wigan.

 

Con esta extravagante y ofensiva alineación, los «red devils» arrollaron al Wigan en los primeros veinte minutos, que rozaron la excelencia. Los «latics» salieron dormidos,  algo que aprovechó Park para anotar su primer gol de la temporada tras una veloz internada en el área de Evra. A pesar de tener ocasiones por doquier, los de Ferguson no lograron aumentar la ventaja, pero para eso estaba Phil Dowd. Siete minutos antes del descanso, el colegiado expulsó a Connor Sammon con roja directa tras un manotazo a Carrick que bien podría haberse saldado con una simple amarilla.

 

Superiores técnica y numéricamente, el United no encontró oposición alguna en los de Roberto Martínez. Cayeron los goles como churros a partir de la expulsión, uno tras otro. Berbatov se llevó el balón del partido a su casa tras marcar un hat-trick y Antonio Valencia también participó en la goleada local con un buen disparo tras el enésimo error de Antolín Alcaraz, que está completando una temporada para el olvido.

 

A pesar de la sencillez con que se ha logrado, esta victoria resulta fundamental para los «red devils». Dos meses después del 1-6 ante sus «ruidosos vecinos», los de Ferguson empatan con ellos a puntos en la cima de la Premier League. Ya son cinco los encuentros ligueros consecutivos ganando, y el segundo consecutivo que ganan con cinco goles de diferencia. Berbatov lleva ya cuatro goles en dos partidos, Carrick también sabe jugar de central, y no hace falta que juegue Rooney para que el equipo funcione. Todo son buenas noticias, salvo el bajo nivel de Evans y el joven Fryers. El United tiene un agujero en la zaga con ambos.

 

Por contra, todo son malas noticias para el Wigan. No solo vuelven a la zona de descenso, sino que hoy han dado un auténtico recital de cómo no hay que jugar contra el Manchester United. La gran acumulación de jugadores en zonas próximas a su portería ha facilitado la tarea de los locales, que han llegado con suma facilidad al área rival. Los contragolpes, prácticamente inexistentes, comenzaban muy atrás, y en defensa han cometido errores flagrantes. Tampoco se salva de la quema Franco Di Santo, que empezó bien la temporada pero ha vuelto a su nivel habitual. Ni siquiera cuando Fryers le regaló un balón y quedó mano a mano con Lindegaard fue capaz de marcar. Ardua tarea la que le espera a Roberto Martínez.