Premier League
Swansea | 0 |
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Aston Villa | 0 |
Ficha técnica |
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0 – Swansea: Vorm; Rangel (Richards, 27), Williams, Monk, Taylor; Gower, Britton; Dyer (Routledge, 82), Allen, Sinclair; Graham (Lita, 54). |
0 – Aston Villa: Given; Hutton, Collins, Dunne, Warnock; Herd, N´Zogbia, Delph (Bannan, 79); Heskey (Jenas, 69), Agbonlahor, Bent. |
Goles: No hubo |
Alex McLeish es un hombre tozudo, al menos en lo futbolístico. El técnico escocés del Aston Villa sigue empeñado en su idea de no jugar a fútbol y no dejar que el rival lo haga. Es difícil presenciar un partido vistoso cuando uno de los contendientes está entrenado por McLeish. Ni siquiera teniendo en la plantilla a jugadores del talento de Agbonlahor, Bent, Jenas, Albrighton o Bannan (los tres últimos en el banquillo de inicio, por cierto).
El técnico de los «villanos» está más preocupado por frenar al rival que por jugar a fútbol. El Aston Villa actual se parece más a un ejército que a un equipo de fútbol. El objetivo principal es no encajar goles. Aunque McLeish apuesta desde el inicio de temporada por tres delanteros en el once, Agbonlahor, Bent y Heskey, el primero juega más como extremo que como delantero, y los otros dos se estorban en la punta de ataque, demasiado grandes para ignorarse.
En el otro extremo filosófico-futbolístico se encuentra el Swansea de Brendan Rodgers. Todo el equipo está enamorado del balón. No importa la situación, parece que sea un delito dar un pelotazo. Leon Britton es el jugador que ejemplifica este estilo asociativo de los galeses, seguido por los habilidosos Dyer, Sinclair y Allen en el centro del campo, o los excelentes Rangel y Williams en defensa.
Teniendo en cuenta estos precedentes, el guión del partido estaba más que cantado. En la primera parte, el Swansea buscó llegar a la portería rival a base de pases, mientras un rocoso Aston Villa se defendía repartiendo patadas a diestro y siniestro. Mención especial merecen Hutton, Delph y Dunne, que mostraron sus dotes en las artes marciales. Todos ellos acabaron, lógicamente, amonestados.
Sin embargo, el mejor de la primera parte fue, paradójicamente, un «villano», Agbonlahor. Las internadas del internacional inglés por la banda izquierda se hicieron cada vez más peligrosas, sobre todo después de la lesión de Ángel Rangel, que tuvo que ser sustituido por Richards a la media hora por lesión. A pesar de ello, la poca compañía que le hicieron Bent y Heskey impidió cualquier ocasión de gol.
La segunda parte fue más de lo mismo, aunque el Swansea bajó la intensidad y a punto estuvo de pagarlo caro. El Aston Villa se hizo con el dominio del balón y del partido, pero no encontró los jugadores para aprovecharlos, aunque habría visto con echar un vistazo alrededor, porque estaban en el banquillo. Tan solo a falta de veinte minutos, cuando entró Jenas y, diez minutos más tarde, cuando lo hizo Bannan, el Villa dio la sensación de poder crear algo. En esos veinte minutos, los «villanos» resolvieron el atasco ofensivo causado por Heskey y buscaron asociarse.
Pero ya era muy tarde. Y todavía tuvieron suerte de volver a Birmingham con el empate, ya que el habilidoso Scott Sinclair y el sustituto del lesionado Danny Graham, Leroy Lita, estuvieron muy cerca de batir a Given, aunque el portero irlandés no tuvo que esmerarse en exceso para mantener su portería a cero.
El empate deja a ambos conjuntos relativamente satisfechos. El Swansea sigue sin perder dos partidos consecutivos en lo que llevamos de temporada, y sigue siendo el equipo que menos goles ha encajado como local en la presente Premier League (solo dos, uno de Graham en propia puerta y otro de «chicharito» Hernández). Sin embargo, los Swans transmiten la sensación de que les falta creatividad y contundencia en el último de tercio de campo. Posiblemente, esa sea una de las carencias que tratará de resolver Brendan Rodgers en enero.
Por su parte, el Aston Villa solo ha perdido tres partidos de los trece disputados. El problema es que ha empatado siete. McLeish ha conseguido que su equipo sea difícil de batir, ahora tiene que hacerlo más fácil de ver.