Alvaro Oleart

El Villa entra en la historia pero cae frente al Arsenal (1-2)

Van Persie logró su 34º gol del año y Albrighton el número 20.000 de la historia de la Premier League, pero ninguno de los dos significó el gol de la victoria. Ese honor recayó en Yossi Benayoun, que a falta de cinco minutos para el final condenó a los «villanos» a su segunda derrota consecutiva como local.

 

Premier League

Aston Villa 1
Arsenal 2
Ficha técnica
1 – Aston Villa: Guzan; Hutton, Dunne, Cuéllar, Warnock; Albrighton (Delfouneso, 88), Ireland (Bannan, 45), Clark, Petrov, N´Zogbia; Agbonlahor.
2 – Arsenal: Szczesny; Coquelin, Mertesacker, Koscielny, Vermaelen; Frimpong (Rosicky, 66), Arteta; Walcott, Ramsey (Benayoun, 81), Gervinho (Arshavin, 81); Van Persie.
Goles: 0-1, m.17: Van Persie. 1-1, m.54: Albrighton. 1-2, m.85: Benayoun.
Todos tenemos nuestro público, en mayor o menor medida. Desde David Cameron hasta la reina Isabel II. El fútbol no es una excepción (hasta Balotelli tiene sus seguidores). Excepto Alex McLeish. El técnico del Aston Villa, no contento con ser odiado por medio Birmingham, ha logrado que toda la ciudad al completo le deteste. Es lo que se conoce como el «efecto Tévez», algo al alcance de muy pocos.
 
Todo empezó este verano, cuando el escocés logró un auténtico hito. Tras descender al Birmingham por segunda vez, fichó por un equipo con más medios financieros, el Aston Villa, que curiosamente también tiene su sede en Birmingham. Si todo quedara aquí no sería tan extraño, traiciones de este tipo se han visto millones de veces. Sin embargo, McLeish está logrando a base de polémicas, defensivas y antipopulares alineaciones aumentar el descontento de la hinchada «villana» cada semana.
 
Cómo no, McLeish volvió este miércoles a las andadas. Con Bent lesionado, decidió jugar con un único delantero, Agbonlahor, y cinco jugadores en el centro del campo, algo que parecía lógico teniendo en cuenta la cantidad y calidad de centrocampistas del Arsenal. Pero, sorprendentemente para los que no conocen a McLeish, en el centro del campo «villano» no estaban ni Delph, incansable ladrón de balones, ni Bannan, que atesora posiblemente la mejor zurda del equipo. En su lugar estaban Ireland, que apenas jugó su quinto partido como titular esta temporada, y el joven Clark, un central de 22 años reconvertido en medio centro que jugó su segundo partido como titular durante la presente campaña.
 
Con esta puesta en escena, ni siquiera Petrov pudo impedir que el Arsenal lograra fácilmente el control del balón y, con él, del partido. No tardaron en adelantarse los londinenses, concretamente lo que tardó Clark en cometer su novatada. Lo hizo a los 17 minutos, cuando Walcott le superó con una finta tras un saque de banda y Clark le agarró dentro del área, cometiendo un penalti tan absurdo como claro. Van Persie aprovechó la ocasión para anotar su 34º gol en liga en 2011, igualando la histórica marca de Thierry Henry.
 
Con el 1-0, los «gunners» levantaron el pie del acelerador. Mantuvieron la posesión del balón más como escudo de protección que como lanza de ataque. Esta relajación la pagaron cara poco después del descanso, cuando un balón largo de los «villanos», su principal método ofensivo, fue perseguido por el siempre combativo Marc Albrighton. La perseverancia del joven inglés tuvo premio gracias a las pifias de Vermaelen y Mertesacker, y se plantó solo delante de Szczesny, al que superó con pasmosa facilidad.
 
El gol abrió un abanico de posibilidades a los «villanos», que veían cómo el Arsenal era incapaz de abrirse hueco en la defensa rival y tampoco contaban con revulsivos que pudieran cambiar el partido. Sin embargo, una vez más, al Aston Villa le faltó valentía para atacar a los «gunners», que colocaron al joven centrocampista Coquelin como lateral derecho y al central Vermaelen como lateral izquierdo.
 
Los locales parecieron conformarse con el empate, por lo que se replegaron atrás. El Arsenal comenzó el asedio y logró el gol de la victoria a falta de cinco minutos, tras un cabezazo de Benayoun, que había sustituido a Ramsey cuatro minutos antes, en un córner lanzado por Van Persie.
 
La derrota desacredita de nuevo el trabajo de Alex McLeish, que cada vez cuenta con más números para ser el próximo entrenador despedido de la Premier League. Su equipo no funciona. Solo Albrighton y Bannan, a los que tuvo marginados hasta hace escasas semanas, son capaces de crear algo distinto. También N’Zogbia y Agbonlahor, aunque esta tarde estuvieron desaparecidos, pueden hacerlo, pero necesitan un cambio de sistema que les permita recibir el balón en posiciones más adelantadas. Jugando al pelotazo largo difícilmente generarán peligro, pese a que el único gol del encuentro llegara por esta vía.
 
El Arsenal no jugó su mejor partido pero se llevó tres puntos muy valiosos en su lucha por colarse entre los cuatro primeros. Los «gunners» notaron la ausencia de Song, sustituido por Frimpong, y demostraron que su defensa todavía tiene muchas cosas por pulir para ser inexpugnable.
 

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Alvaro Oleart