Álvaro Escalante

El West Ham crece sin Carroll (2-0)

Nueva victoria y ya son tres consecutivas del West Ham ante un Norwich City voluntarioso pero incapaz de derribar la muralla local. Los Hammers ascienden hasta la décima plaza mientras los Canaries se acercan peligrosamente al descenso.

 

Premier League

West Ham United 2
Norwich City 0
Ficha técnica
2 – West Ham United: Adrián; McCartney, Collins, Tomkins, Demel; Nolan, Taylor (Nocerino, 77), Noble, Downing, Jarvis (Diamé, 61); Carlton Cole (Borriello, 46).
0 – Norwich City: Ruddy; Martin, Yobo, Bassong, Olsson; Tettey (van Wolfswinkel, 86), Johnson, Snodgrass, Fer, Redmond (Pilkington, 80); Hooper (Elmander, 76).
Goles: 1-0, m.84: Collins. 2-0, m.90+4: Diamé.
Otra victoria por 2-0 para los de East London y, aunque en esta ocasión no marcó un desacertado Kevin Nolan, les vale igual para tomar aire fresco y escaparse del furgón de cola. Por su parte, el Norwich ve cada vez más cerca la temida zona de descenso.
 
Salieron los dos contendientes al césped de Boleyn Ground con demasiado respeto mutuo. Tanto es así que hasta el minuto 9 no se vivió la primera ocasión clara cuando una internada de Nathan Redmond por la izquierda sirvió para que Gary Hooper pusiera en aprietos al español Adrián. Por desgracia, el partido seguía sin arrancar y las imprecisiones mutuas eran el pan nuestro de cada día. Hasta el minuto 18 no se movió ficha, cuando de nuevo Hooper metió el miedo en el cuerpo a todo el este de la capital tras un gran pase de Robert Snodgrass. Un inspirado Adrián volvió a darle vida a su equipo.
 
El susto reactivó a los locales que tomaron la iniciativa. Los de Sam Allardyce dispusieron de tres ocasiones consecutivas, pero ni Matt Jarvis, ni Carlton Cole, ni Kevin Nolan lograron batir a John Ruddy.
 
Lo que empezó siendo un cambio de dinámica acabó siendo un acoso y derribo del West Ham y muy cerca estuvieron Stewart Downing y Nolan de machacar las redes de los Canaries, pero cuando no era Sebastién Bassong era Ruddy el que frustraban las acometidas de los Hammers.
 
La llama del West Ham se fue extinguiendo y poco antes del pitido final de la primera parte fue el Norwich el que volvió a avisar. Una gran pared entre Snodgrass y Alexander Tettey en el área no la pudo culminar satisfactoriamente el segundo. Tras eso, a vestuarios.
 
El descanso sentó bastante mejor a los de amarillo y en el minuto 56 estuvo muy cerca de desequilibrar el marcador Redmond desde lejos con un estético disparo con el exterior que salió rozando el palo. No obstante, la iniciativa del Norwich no se traducía en ocasiones (ni tampoco en un juego brillante o dominador), y hubo que esperar algo menos de quince minutos para ver como los visitantes volvían a poner en serios aprietos a Adrián. En esta ocasión fue Hooper, que se plantó solo ante el portero andaluz tras un gran pase al espacio. El exbético desvió con el pie por bajo.
 
Ante la inoperancia ofensiva del Norwich, el West Ham también intentaba prodigarse en campo de ataque y una buena entrada desde segunda línea de Mohamed Diamé, que entró en banda en sustitución de Matt Jarvis, la mandó al limbo Ruddy. Solo un minuto después iba a poner la réplica el Norwich gracias a una pésima salida de Adrián en un saque de esquina. Joseph Yobo, libre de marca en el área, intentó ser el héroe de la noche con una vaselina. No lo aprovechó cuando lo tenía todo a su favor.
 
Y perdonar le costó la vida a los Norfolk. En el minuto 84, James Collins no tuvo piedad y con un potente salto se impuso a toda la zaga oponente y envió al fondo de las mallas el servició de Diamé.
 
No supo responder el Norwich. O más bien el West Ham sí supo pertrecharse a conciencia. Un blando remate de Yobo tras una falta lateral botada por Snodgrass fue toda la réplica que pudo articular el equipo de Chris Hughton.
 
En esas, una mala entrega de los Canaries habilitó a Diamé, que se recorrió en un santiamén más de 70 metros y se plantó solo ante Ruddy. Su chut lo desvió mínimamente la defensa y se coló entre los tres palos para darle la tranquilidad a los Claret & Blue, tanto en el ocaso del partido como (en menor medida) en la tabla clasificatoria. Y a Andy Carroll solo le queda por cumplir uno de sus tres partidos de sanción. La vida sonríe a los Hammers.
 

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Álvaro Escalante