Álvaro Escalante

El West Ham de las grandes citas (0-3)

Gran puesta en escena del West Ham en Anfield ante un endeble Liverpool en defensa. Los de Slaven Bilic suman unos valiosos tres puntos tras dos derrotas en casa que sembraron un mar de dudas.

 

Premier League

Liverpool 0
West Ham 3
Ficha técnica
0 – Liverpool: Mignolet; Clyne, Skrtel, Lovren, Gómez (Ibe, 78); Can (Moreno, 46), Lucas, Milner; Firmino (Ings, 61), Coutinho, Benteke.
3 – West Ham: Randolph; Cresswell, Ogbonna, Reid, Tomkins; Noble, Obiang, Kouyate, Payet (Jarvis, 88), Lanzini (Oxford, 82); Sakho (Cullen, 90+6).
Goles: 0-1, m.3: Lanzini. 0-2, m.29: Noble. 0-3, m.90+2: Sakho.
Recobró la solidez defensiva el West Ham después de dos calamitosas jornadas en Upton Park y en su visita a la orilla red del Merseyside ganó con merecimiento a un Liverpool que tendrá que mejorar en todas sus líneas si quiere participar en la próxima edición de la Champions League. Donde más trabajo tiene Brendan Rodgers es en la zaga ya que, de una forma u otra, los tres goles llegaron por fallos defensivos.
 
El West Ham, por su parte, rompe una racha de 52 años sin ganar en Anfield. La última vez que los Hammers salieron victoriosos del fuedo Red, The Beatles estaban en el número uno de las listas de éxitos con «She loves you». Era el famoso West Ham de Bobby Moore, Geoff Hurst y Martin Peters. Cuarenta y dos visitas a Liverpool han tenido que pasar para que los del este de Londres salieran de aquí con tres puntos.
 
Muy pronto iba a presentar sus credenciales el West Ham en Anfield, ya que en el minuto tres Manuel Lanzini ponía a los de celeste en ventaja tras adelantarse en el área pequeña a Nathaniel Clyne tras una bonita combinación Hammer y un poco contundente despeje de Martin Skrtel.
 
La respuesta del Liverpool no iba a tardar en llegar. Los Reds se adueñaron del balón y empezaron a llegar a las inmediaciones de Darren Randolph. El primero en inquietarle con seriedad sería Roberto Firmino, que envió un disparo seco desde la frontal que se estrelló en el poste.
 
Pero el ardor Red se fue apagando y acabaron monopolizando la posesión pero sin generar ocasiones de gol. Incluso dispuso de alguna para ampliar la diferencia el West Ham, pero Aaron Cresswell no atinó a colocar el balón entre los tres palos tras un fulgurante contraataque. El que sí lo hizo fue Mark Noble en el minuto veintinueve, gracias a un servicio magnífico del propio Cresswell que le había robado la cartera a Clyne en las inmediaciones del área, el cual estuvo horrible durante toda la primera parte.
 
Los chicos de Rodgers acusaron anímicamente el mazazo del gol del capitán hammer. Los últimos minutos de la primera parte perdieron el ritmo y el esférico pasó ser dominado por el West Ham hasta el pitido final.
 
Salió decidido a recortar distancias el Liverpool pero solo siete minutos después de la reanudación se le iba a poner cuesta arriba la hazaña a los de Merseyside, cuando Coutinho era expulsado con justicia por doble amarilla. El brasileño se perderá el desplazamiento a Old Trafford de después del parón de selecciones. Pese a la expulsión, cerca estuvo Dejan Lovren de acercar a los suyos con un zapatazo lejano que atrapó con solvencia Randolph.
 
Los minutos caían como el plomo para los de Anfield, que notaban la ansiedad de no poder remontar ni generar oportunidades claras, ya que salvo una media volea en el balcón del área de James Milner, el Liverpool no era capaz de intimidar a la defensa londinense. El que pudo poner más tierra de por medio fue Cresswell con una jugada personal que desbarató Simon Mignolet.
 
Pese a la tranquilidad de toda la segunda mitad, los últimos diez minutos se complicarían para los de la capital, que verían como Kevin Friend iba a expulsar de forma muy rigurosa a Noble por una entrada sobre Danny Ings. Una amarilla habría sido un castigo suficiente. Pero ni por esas podría recortar la diferencia el Liverpool, y en el noventa y dos Diafra Sakho se plantaba delante del meta belga tras un calamitoso error defensivo y ponía el 0-3 en el luminoso que cerraría el partido y mandaría los tres puntos para el este de Londres entre gritos de «Super Slav» de los más de 2.000 aficionados visitantes desplazados.
 

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Álvaro Escalante