El Wigan entierra sus opciones en 20 minutos

 

El Sunderland ha sufrido muchas lesiones en los últimos meses y el partido apenas había comenzado cuando Phil Bardsley chocó con su compañero Nedum Onuoha y añadió una más a la lista. Bardsley, probablemente el mejor jugador del Sunderland en la temporada, se hizo daño en el cuello y el juego estuvo interrumpido seis minutos mientras el lateral izquierdo recibía oxígeno sobre el césped antes de salir en camilla.

 

Entró Anton Ferdinand y no pasó mucho tiempo antes de que Steed Malbranque entrara en sustitución del renqueante Danny Welbeck. Estas interrupciones no ayudaron a calmar los nervios de ambos equipos, y la primera parte se fue entre errores y pases fallados.

 

Las cosas mejoraron tras el descanso. Ali al-Habsi detuvo un cabezazo de Asamoah Gyan a centro de Jordan Henderson antes de que los «latics» tomaran ventaja. N’Zogbia (un jugador al que Bruce, que lo tuvo a sus órdenes en su etapa en el Wigan, le encantaría llevarse al norte) sirvió un pase inteligente a Mohamed Diamé que que superó a Simon Mignolet desde el borde del área.

 

Los aficionados del Wigan empezaron a cantar «Brucie, Brucie what’s the score?» («Brucie, ¿cuál es el resultado?») en referencia a Steve Bruce, ex-técnico de los «latics». Por desgracia para ellos, la respuesta tardó poco en llegar. El equipo de Martínez hace más aguas en defensa que el Titanic y lo demostraron una vez más al no ser capaces de despejar un golpe franco. Malbranque dispuso de espacio suficiente para cambiarse el balón de pierna para poner un centro magnífico para Gyan que remató de cabeza lejos del alcance de al-Habsi.

 

Y entonces apareció Henderson. El internacional con la selección sub-21 ha exhibido una forma tan baja últimamente que ha sido silbado por su propio público. Pero últimamente parece haberse recuperado. La confirmación llegó en forma de gol. Henderson inició una jugada que permitió a Sulley Muntari (que entró por Gyan, lesionado también) centrar de nuevo para el inglés que puso el 2-1 con la zurda.

 

La suerte abandonó repentinamente al Wigan, que fue penalizado con un penalti después de que Antolín Alcaraz derribara a Stéphane Sessègnon en el área. El propio Sessègnon convirtió el penalti antes de crear el cuarto del Sunderland, que culminó Henderson con la diestra para responder a las críticas de Bruce sobre su falta de instinto de gol.

 

El argentino Franco di Santo, que entró de cambio, puso el definitivo 4-2, que devuelve al Wigan a la zona de descenso.