El buen inicio liguero del West Ham vuelve a quedar en agua de borrajas como sucediera el año pasado, ya que hoy no fue capaz de ganarle a un Aston Villa que no suma de tres en tres desde la jornada inicial. Los de Slaven Bilic encadenan ocho encuentros sin ganar.

 

Habla mucho y no bien del nivel de la primera mitad si aparte del gol y las contadísimas oportunidades previas, lo más reseñable fueron las lesiones que azotaron a ambas escuadras. Primero fue James Tomkins que en los primeros minutos del partido tuvo que ser atendido por un fuerte choque en la cabeza que le saldó con un aparatoso vendaje en el pómulo y frente. Peor escapó Carlos Sánchez, que en una disputa en la medular notó como el abductor decía basta y era reemplazado por Carles Gil.

 

En lo que respecta puramente al fútbol, hasta el ecuador del periodo no se vivieron las primeras intentonas, como la que Angelo Ogbonna arrebató a Rudy Gestede cuando lo tenía todo para cabecear un buen servicio de Alan Hutton, o el chut de Mauro Zárate que desbarató con solvencia Brad Guzan en el palo corto. También disfutó de una doble oportunidad el Villa, pero Adrián San Miguel repelió el tiro de Jordan Ayew y de Gestede en dos tiempos.

 

Ya en la recta final Gil lo intentaba desde muy lejos con poca puntería y Enner Valencia ensayaba un disparo en la frontal que casi lo acaba embocando Cheikhou Kouyaté al rechazar en la defensa. El que si iba a tener suerte era Aaron Cresswell, que aprovechando un buen cambio de orientación de Pedro Obiang iba a conectar un zapatazo desde el balcón del área con la siniestra que dejaba a Guzan sin respuesta.

 

Los comienzos de la segunda mitad fueron de un dominio abrumador de los de Remi Garde, que salieron en tromba a empatar un partido, con un Gestede muy entonado, que lo intentaba en el cincuenta de cabeza. Poco después era Jordan Veretout con una internada por derecha el que compraba boleto para perforar la red de Adrián, pero el andaluz desviaba a córner. Ashley Westwood era otro que también lo intentaba desde la larga distancia, pero rozando el palo. Y Gestede de nuevo, que hacía que Adrián sacara lo mejor de sí.

 

Y como antes decíamos, Gestede era el más activo del ataque local, y en el sesenta y seis provocaba un penalti cometido por Ogbonna que Ayew se encargaría de transformar. El gol estancó el ardor de los villanos, que tuvieron que bajar el endiablado ritmo al partido. Aún así, Hutton casi culminó la remontada con un testarazo pero James Collins lo evitó con un frentazo bajo palos.

 

El West Ham dejó de ser un pelele para tomar algo más de posesión en los últimos quince minutos y Perico Obiang chutaba a manos de Guzan en una contra. Hasta el descuento no se volvió a vivir algo reseñable, como el claro penalti por manos de Westwood que Mike Dean no vio o el lanzamiento de falta de Valencia que el colombiano remató con potencia para que se lo desbaratara Guzan con una buena estirada. Fue el epílogo a un partido muy pobre en juego y en el que los dos equipos que no ganan en las últimas semanas volvieron a no hacerlo. Ni por Navidad.