Leandro Bianchi

En tus manos, Bob

Los próximos meses serán determinantes para Roberto Martínez. El presidente del Everton, Bill Kenwright, cumplió con su parte y puso a su disposición un presupuesto de fichajes nada desdeñable. Ahora es el momento de que el técnico español plasme esa inversión en la cancha.

 
Hace aproximadamente nueve meses escribí una nota sobre el momento en el que se encontraba Everton y argumentando que eran vitales las decisiones futuras que el presidente debía tomar para lo que sería el futuro inmediato del club.
 
Hoy, con el agua que corrió bajo el puente, estoy en condiciones de afirmar que ahora la pelota está en los pies de Roberto Martínez. Kenwright cumplió con creces: mantuvo el equipo, no vendiendo a las figuras y renovando contratos de los jóvenes que crecen, además de darle el gusto al entrenador con la compra de Romelu Lukaku en una cifra cercana a los 28 millones de libras, una cifra récord para el club. También llegaron Muhamed Besic, Samuel Eto’o, Christian Atsu y un contrato de tres años para Gareth Barry. Es decir, que el entrenador cuenta con el plantel que terminó quinto en la temporada pasada con algunas adiciones y un año más de experiencia y trabajo con su proyecto.
 
Puede que se haya quedado algo corto en la zona ofensiva y especialmente en la defensiva, sobre todo luego de recibir 10 goles en los primeros tres partidos de Premier. El entrenador solo tomó la decisión de reforzar luego de ver los horrores defensivos mostrados ante Arsenal y Chelsea, y entonces ya fue tarde para ir a por Ryan Shawcross o Matija Nastasic.
 
Ahora Martínez se encuentra ante un reto más difícil que la temporada pasada. Deberá refrendar sus logros en una Premier mucho más competitiva, tratar de luchar en la Europa League, en donde cayó en el grupo más duro, e intentar ganar alguna copa (en la Copa de la Liga le espera un complicado debut en Gales ante Swansea), con un grupo que tiene con qué, ya que hay material y variantes para ello.
 
El arranque no ha sido el mejor y el equipo deberá mejorar, sobre todo en el orden defensivo, ya que el equipo se ha mostrado endeble ante todo tipo de ataque del rival, en especial en la zona de los centrales. A esta debilidad no ha ayudado el flojo nivel del doble pívot Barry-McCarthy (uno de los puntos fuertes de la temporada anterior). En ofensiva se han anotado goles y todavía falta que Lukaku comience a anotar pero resulta gratificante ver lo que vienen rindiendo Naismith, Mirallas y McGeady ante la ausencia por lesión de Barkley, que podría regresar a las canchas dentro de un mes.
 
Se vienen meses atareados y claves para el buen técnico español. En aquella ocasión planteé que los siete meses venideros eran claves para el club y el presidente. El resultado fue que su accionar fue bueno para el club y él cambió en algo su imagen ante los aficionados. Ahora los próximos siete meses serán claves para el entrenador y el club. Para el entrenador, para confirmar su buen trabajo y seguir posicionándose como uno de los mejores entrenadores del Reino Unido. Y para el club, para seguir afianzando este andar, haciéndose habitual en Europa y aspirando a ser uno de los clubes de la privilegiada élite y soñar con más.
 

Sobre el autor

Leandro Bianchi