Dominio sin peligro del West Ham en los primeros minutos del encuentro, donde el centro del campo hammer se empleaba al máximo, pero Modibo Maiga era un islote que apenas entró en juego.

 

La primera ocasión clara la dispuso el Newcastle, en un error de Reid que le pudo costar muy caro a los de Sam Allardyce. El central cedió a Jussi Jaaskelainen sin mirar al portero, el pase salió desviado y por poco no se introdujo en la portería.

 

El West Ham también creó peligro, y tras una internada por la derecha de Demel, el remate de Maiga no tomó la dirección correcta. Pese a todo, el Newcastle tomaba el mando del partido, sacudiéndose la posesión del West Ham. Pero los males de los magpies eran los mismos que el West Ham, ya que no concretaban.

 

Después de unos minutos anodinos, el partido entró en una fase preciosa, donde los locales tenían la pelota, pero el West Ham contragolpeaba con mucho peligro. Una de las ocasiones de los claret & blue vino gracias a una falta central peinada por Diamé en el borde del área que dejó a Reid solo ante Krul. Inexplicable que no anotara el gol.

 

El West Ham creaba mucho peligro a balón parado ante la inoperancia magpie en esa faceta, y en el minuto 33 Collins templaba una bola desde campo propio, la defensa se la tragaba y de nuevo Reid, en el uno contra uno ante Krul marraba la intentona visitante.

 

En la siguiente jugada, el ataque del Newcastle acabó en córner, siendo rematado en el primer palo por Yanga-Mbiwa. Por poco no tomó la delantera el Newcastle. El peligro de los de St. James’ Park no cesaba, ya que una buena combinación en el centro del campo acababa con un disparo lejano de Anita que se marchaba alto.

 

Ante el peligro del Newcastle, el West Ham respondió como mejor sabe: con juego directo y peligro por las bandas, en este caso la izquierda de Jarvis, que articuló un peligroso centro mal rematado por Downing. Y en esas acabó la primera parte, con un Newcastle dueño del esférico y un West Ham peligroso a la contra.

 

Nada más comenzar el segundo tiempo pudo adelantarse el West Ham, pero Downing no aprovechaba el certero pase al espacio que le servía Nolan. Esto sería un espejismo en una segunda mitad gobernada de principio a fin por el Newcastle, que por poco no marca tras una indecisión defensiva hammer. A punto estuvo Cissé de aprovechar la situación. Poco después sería Santon el que intentó abrir la lata, pero su disparo se marchó alto.

 

Aún así, la oportunidad más clara hasta el momento la dispuso el West Ham en el minuto 60, gracias a un magistral pase de Downing a la olla, que Nolan marraría en el área pequeña. Tras el susto, el Newcastle tomó el control total del partido. El West Ham no salía de su campo ni articulaba un par de pases seguidos.

 

Pese al vendaval, los hammers sabían sufrir y cercenaban las intentonas locales. Y además tuvieron un par de oportunidades para ganar, como el derechazo desde la frontal de Cole en el 84, o el gol bien anulado a Maiga por fuera de juego tras el disparo de Morrison.

 

La última del partido fue para un Newcastle volcado en el área visitante, y el centro de Sammy Ameobi se envenenó de tal manera que dio en el palo. El rechazo cayó a los pies de Gouffran, que a estas horas aún no sabe cómo pudo fallar.