El Tottenham se llevó tres puntos tremendamente importantes de uno de los estadios más complicados de la Premier. Los de Pochettino, que han ofrecido a lo largo de la temporada una buena imagen en sus visitas a domicilio, se enfrentaban a un Swansea que lleva haciendo de su feudo un auténtico fortín desde que ascendiese a la máxima categoría del fútbol inglés hace tres campañas. Ambos equipos llegaban en dinámica negativa, pues los galeses venían de caer en Upton Park mientras que los Spurs no conocían la victoria en las últimas dos jornadas.

 

Los londinenses fueron quienes salieron más concienciados, y tras unos primeros instantes de posesión, encontraron el gol a los tres minutos. Un córner ejecutado por Eriksen terminaba con el cabezazo de Harry Kane, que entró al remate con gran potencia y pilló desprevenida a la zaga local. El cuadro dirigido por Pochettino daba una imagen de seguridad en los primeros compases, y con una presión muy intensa y adelantada impedía al Swansea aterrizar en el partido.

 

Poco a poco, no obstante, los galeses fueron desperezándose y, a pesar de que no conseguían practicar su juego de pases, paciencia y explosividad al llegar a la frontal, los de Garry Monk llevaban a cabo peligrosas acciones por las bandas, protagonizadas por Wayne Routledge en la derecha y por un Jefferson Montero que fue de lo mejor del Swansea en la izquierda. Todas estas aproximaciones, como viene siendo habitual, tenían como fin encontrar a Wilfried Bony, muy receptivo y que se encontró con Hugo Lloris en varias acciones de la primera mitad. De esta forma, el partido llegó al descanso, con una posesión muy disputada entre Jacks y Spurs y con alternativas en cuanto a la presencia en zona ofensiva.

 

En la segunda mitad el partido iba a dar un vuelco. Si al Swansea lo habían apabullado y anulado al comienzo del choque, fueron los galeses quienes sometieron al Tottenham en el arranque del segundo acto. Este dominio, cómo no, terminó con una asistencia de Routledge y un remate de Bony que se encontró con Lloris. Esta vez el rebote cayó a los pies del costamarfileño, que puso el empate en el electrónico.

 

El gol dio pie a un encuentro totalmente distinto. Los Spurs, lejos de reaccionar después del tanto local, continuaron atrás aguantando el chaparrón que el Swansea ejercía por las bandas. Ambos técnicos vieron oportuno mover el banquillo. Garry Monk dio entrada a Jonjo Shelvey y retiró del terreno de juego a Britton. Por su parte, Pochettino sustituyó a Moussa Dembélé por Soldado, con la idea de que el belga interviniese tanto en la recepción de últimos pases como en la creación de peligro. Al atacante español no le llegó ningún balón y estuvo completamente desaparecido.

 

Llegó entonces la fase más difícil para el Tottenham, que vio como el Swansea desaprovechaba varias ocasiones claras. Hombres como Sigurdsson, que se medía a su exequipo; Ki; Montero; Shelvey o Bony se encontraron con Lloris o no fueron capaces de enviar el balón entre los tres palos. Los Spurs se aferraban al balón parado como su método para llevarse el partido. Fue el omnipresente Kane quien disfrutó de la oportunidad más clara, nuevamente en un remate de cabeza que se marchó muy cerca de la portería defendida por Tremmel.

 

El referente en ataque de los Jacks, Bony, fue sustituido en la recta final del encuentro para dar entrada a Bafétimbi Gomis. Los cisnes se preparaban para buscar la victoria en los compases finales. El Tottenham, por su parte, contaba ahora con Chadli, que había reemplazado a Lamela. Los Spurs avisaron y, a escasos minutos del final, transformaron. Christian Eriksen, que fue uno de los futbolistas más participativos y creativos en el cuadro visitante, hizo el gol que silenció al Liberty Stadium y que cerró el marcador. El Swansea quedó grogui tras el tanto y pudo recibir la sentencia inmediatamente después de nuevo por medio de Kane.

 

El Tottenham, con los tres puntos, vuelve a la senda de la victoria y se sitúa a dos del Arsenal, que marca el límite de la zona de competición europea. Los Swans son superados en la tabla clasificatoria por el conjunto de Pochettino y terminan la jornada en el noveno puesto, con 22 puntos.