Ilie Oleart

Esperanzadora derrota inglesa (1-2)

Pocas derrotas recientes inglesas se recuerdan que hayan dejado tan buen sabor de boca como la sufrida en Manaos ante Italia. Roy Hodgson se atrevió a darle una oportunidad a los jóvenes e Inglaterra trató de tú a tú a una Italia muy sólida.

 

Brasil 2014

Inglaterra 1
Italia 2
Ficha técnica
1 – Inglaterra: Hart, Johnson, Baines, Henderson (Wilshere, 73), Cahill, Jagielka, Welbeck (Barkley, 61), Gerrard, Sturridge (Lallana, 80), Sterling, Rooney.
2 – Italia: Sirigu, Darmian, Chiellini, De Rossi, Barzagli, Paletta, Candreva (Parolo, 79), Verratti (Motta, 57), Balotelli (Immobile, 73), Pirlo, Marchisio.
Goles: 0-1, m.35: Marchisio. 1-1, m.37: Sturridge. 1-2, m.50: Balotelli.
Inglaterra cayó en su debut mundialista en el Amazonas. Y, sin embargo, pocas veces el estado de ánima habrá sido tan optimista y el tratamiento de la prensa tan benevolente para con los Three Lions. Eso sí, la victoria de Costa Rica ante Uruguay sumada a este traspiés inicial, obliga a los ingleses a ganar a Uruguay el jueves para no despedirse de Brasil.
 
La previa del encuentro se centró en un joven de 19 años. Y Raheem Sterling no decepcionó. Asumió el rol de 10 que le confió Roy Hodgson y se erigió en el mejor jugador inglés sobre el terreno de juego. Parte de la excelente impresión provocada por los Three Lions es responsabilidad suya.
 
Por supuesto, existen problemas que arreglar y a Hodgson no le sobra tiempo. El primero, la defensa. El gol inicial de Marchisio fue producto de un error grave de posición en un saque de esquina. De nuevo volvió a quedar en evidencia en el segundo gol de Italia, cuando Candreva dispuso de demasiado espacio para centrar desde la derecha y Balotelli le ganó la espalda a los dos centrales en el segundo palo.
 
El otro problema se llama Wayne Rooney. El portador del número 10 a la espalda fue marginado a la banda izquierda, donde no se siente cómodo y su influencia sobre el juego se reduce. Aunque es cierto que el gol del empate de Inglaterra, obra de Daniel Sturridge, llegó precisamente gracias a una internada del jugador del Manchester United por la izquierda aprovechando las constantes subidas del lateral Darmian. Una rápida combinación entre Sterling, Rooney y Sturridge desembocó en el gol del empate ante el que nada pudo hacer Salvatore Sirigu, sustituto del lesionado Buffon.
 
La celebración del gol inglés provocó una de las anécdotas más bizarras que se recuerdan en los últimos Mundiales. Gary Lewin, el fisioterapeuta inglés, saltó celebrando el gol y aterrizó sobre una botella de agua. El resultado fue un tobillo roto, una ignominiosa retirada en camilla y un vuelo de regreso a Inglaterra. «Se acabó el Mundial para Gary», dijo compungido Hodgson en la rueda de prensa.
 
Al descanso se llegó con empate a uno y no es una exageración decir que en esos 45 minutos Inglaterra creó más dificultades a la Italia de Prandelli que en las dos horas que jugaron en los cuartos de final de la Euro 2012. Inglaterra, comandada por Sterling, mostró su faceta más audaz, menos conservadora.
 
Italia se adelantó de nuevo nada más comenzar la segunda parte pero tuvo ocasiones para empatar, la más clara un disparo mordido de Rooney cuando lo tenía todo a favor para marcar.
 
La decisión más controvertida de Hodgson fue la inclusión en banda derecha de Danny Welbeck, que comenzó bien pero se fue apagando y acabó siendo sustituido. Inglaterra acabó jugando con Wilshere (22), Barkley (20) y Sterling (19) y había iniciado con Jordan Henderson (23) y Sturridge (24), que se tuvo que retirar lesionado. La impresión generalizada es que estamos ante la aparición de una nueva generación de futbolistas ingleses, más atrevidos, creativos e inteligentes que la anterior. Pero a la que este Mundial le llega demasiado pronto.
 

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Ilie Oleart