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Ian Holloway suele confesar que fue Roberto Martínez quién transformó su filosofía de fútbol. Durante un período en paro, el entrenador del Blackpool fue cautivado por el juego de posesión del español cuando estaba en el Swansea. Ayer sufrió una demostración en sus propias carnes: el equipo de Martinez barrió al Blackpool del terreno de juego, y lo que es peor, salió del descenso metiendo al equipo de Holloway entre los tres últimos por primera vez en toda la temporada. Comandados por un magistral Charles N’Zogbia, los visitantes olvidaron sus últimos tropiezos a base de pases y buen juego.
Fue una digna venganza del aplastante 0-4 que el Blackpool le endosó al Wigan en el estadio DW en la primera jornada en agosto. Hace ocho meses, la ejecución de un juego purista por parte de Holloway sembró esperanzas de realizar una buena temporada, pero a diferencia del español, no cuenta con un N’Zogbia que le ayude a ejecutar la estrategia.
El equipo de Martínez no pudo empezar mejor el partido. Craig Cathcart resbaló y permitió a Hugo Rodallega conectar con N’Zogbia, que le metió un pase en profundidad. Matthew Gilks, que parece haber ganado el puesto a Richard Kingson bajo palos, salió para cerrar el ángulo, pero Hugol le metió el balón entre las piernas para adelantar a los «latics».
«We are staying up» (algo así como «No bajaremos») cantaban los aficionados que acompañaron al equipo, y viendo a N’Zogbia, que inició el partido como extremo derecho, erigirse en una amenaza cada vez que tocaba el balón, resulta difícil no estar de acuerdo. El francés, que está reclamando a gritos una oportunidad en un equipo con mayores ambiciones, desmontó la defensa de Holloway, hasta el punto de que un desquiciado Ian Evatt tuvo suerte de ver solo la amarilla tras una durísima entrada.
Por ese entonces, el sol había borrado los restos de la neblina matutina que había envuelto la famosa torre de Blackpool, y parecía fortalecer las piernas de los visitantes, mientras los jugadores del Blackpool parecía deshincharse.
De hecho, los hombres de Holloway no dispararon sobre la portería de Ali al-Habsi durante la primera parte, que concluyó con N’Zogbia ampliando merecidamente la ventaja. La jugada comenzó con Mohammed Diamé robando el balón a Adam y pasando al francés. Desde ese momento, el partido se convirtió en un monólogo de N’Zogbia. El ex del Newcastle mostró sus mejores regates y un devastador cambio de ritmo para deshacerse de dos defensores antes de ajustar el balón a la base del palo.
«Todo el mundo disfruta vienda a Charlie» dijo Martínez. «Tiene un increíble talento natural y es un activo muy importante. Estoy muy orgulloso del trabajo duro que ha hecho para mantener la posesión arriba».
A falta de 30 minutos, Holloway hizo un triple cambio, cuyo único resultado fue que el Blackpool encajó un nuevo gol, gracias a un duro disparo de Diamé con la pierna zurda que desvió Eardley.
Martínez retiró rápidamente a N’Zogbia y el Blackpool recortó distancias. DJ Campbell reaccionó más rápido que Gary Caldwell y Habsi al rechazo de un tiro libre de Adam para anotar el gol del honor y demostrar que la defensa sigue siendo el punto débil del Wigan.
El Blackpool ha escogido un mal momento para experimentar la sensación de caer a la zona de descenso, todo lo contrario que el Wigan, que parece tomar aire para la recta final.
Blackpool: Gilks; Eardley, Cathcart, Evatt, Crainey; Grandin (Phillips 59), Southern, Adam; Taylor-Fletcher (Beattie 59), Campbell, Varney (Puncheon 59)
Wigan: Al-Habsi; Boyce, Gohouri, G Caldwell, Alcaraz; McCarthy, Watson, Diamé (Gomez 80); N’Zogbia (Sammon 77), Rodallega, Cleverley
Goles: Rodallega (3), N’Zogbia (46), Eardley (66), Campbell (83)
