Cuatro goles en 33 partidos son unas cifras dignas del Fernando Torres visto en el Chelsea. Es decir, números de un delantero mediocre. Sin embargo, el fútbol es impredecible. Fraizer Campbell, el autor de dichos números, cuajó una actuación digna de un aspirante a la delantera de la selección inglesa y lideró al Sunderland a la victoria. Tras regresar de una grave lesión, Campbell parece otro y lleva ya dos goles en los dos últimos partidos.

 

El encuentro entre los «black cats» y el Norwich City tenía su morbo porque enfrentaba a dos de los técnicos más valorados de la Premier League, Martin O’Neill y Paul Lambert. El primero ha logrado, con la victoria de hoy, seis victorias en nueve partidos, consiguiendo asentar a su equipo en mitad de tabla. El segundo, por su parte, después de lograr dos ascensos consecutivos al frente de los «canaries», también está en la zona media de la tabla y sin aparente peligro de descenso.

 

Así, se preveía un encuentro muy igualado. Pero no fue así. El Sunderland aprovechó su excepcional inicio de partido para sentenciarlo. Se adelantó a los 20 minutos gracias a un auténtico golazo de Fraizer Campbell tras empalar a la perfección una volea desde 25 metros. El delantero inglés anotó su quinto gol con el Sunderland desde que llegó, hace ya tres temporadas y media. 

 

No contentos con el 1-0, apareció Sessegnon. El jugador de Benín, un súperclase, deleitó a propios y extraños con una maravilla digna de un balón de oro. Recogió el balón en el centro del campo, tiró un túnel y abrió el balón a la banda derecha, donde se encontraba Campbell. Éste centró el balón al área, donde, como no podía ser de otra manera, apareció Sessegnon para colocar el 2-0 en el marcador con un testarazo incontestable.

 

El Norwich no se rindió ante la adversidad, pero lo cierto es que la suerte no les acompañó. Nada más iniciar la segunda parte, Daniel Ayala introdujo el balón en su propia portería tras un centro de Phil Bardsley, lo que supuso el 3-0 definitivo en el electrónico.