Juan Antonio Parejo

Fabianski tapona la hemorragia del Arsenal

El Arsenal accedió a cuartos de final de la FA Cup tras eliminar al Liverpool por 2-1. Los Reds plantaron cara en el Emirates y reclamaron un penalti que les habría dado el empate. Los Gunners recibirán al Everton en la siguiente ronda.

 

FA Cup

Arsenal 2
Liverpool 1
Ficha técnica
2 – Arsenal: Fabianski; Monreal, Koscielny, Mertesacker, Jenkinson; Arteta, Flamini, Özil; Podolski (Cazorla, 69), Sanogo (Giroud, 88), Chamberlain (Gibbs, 76).
1 – Liverpool: Jones; Cissokho (Henderson, 62), Agger, Skrtel, Flanagan; Gerrard, Allen, Coutinho; Sterling, Sturridge, Luis Suárez.
Goles: 1-0, m.16: Chamberlain. 2-0, m.46: Podolski. 2-1, m.58: Gerrard (p.).
Resopla el Arsenal tras una semana muy difícil y continúa vivo en FA Cup, manteniendo intactas sus opciones de terminar con los nueve años de ayuno de títulos. Lo hizo a costa de un Liverpool lanzado y que posiblemente mereció más, pero que se estrelló contra un protagonista inesperado como Lukas Fabianski. Àrsene Wenger sorprendió por su parte a propios y extraños con toda una batería de cambios, entre ellos el casi inédito Yayá Sanogo por Olivier Giroud, objeto de portadas por motivos que poco tienen que ver con lo futbolístico.
 
Como si quisiera asustar al Arsenal con las pesadillas de hace una semana en Anfield Road, el Liverpool salió desde el principio buscando el gol. Mal abrochados por Arteta y Flamini, en cuatro minutos Gerrard y Coutinho asistieron deliciosamente a Sturridge para anotar, pero en ambas el punta inglés erró, topándose con Fabianski y con el lateral de la red.
 
Los de Wenger tomaron nota y no repitieron errores. Avisados de que un intercambio de golpes sería fatal para sus intereses, los londinenses optaron por bajarle la fiebre al partido alargando sus posesiones. Mediante ellas y con las avanzadas de Monreal y especialmente de Chamberlain, el Arsenal se desperezó y se acercó a Brad Jones, titular ayer. Al cuarto de hora, en una falta lateral cometida sobre Monreal, Sanogo la embolsó y remató con marchamo de gol. El posterior rechace fue aprovechado por Chamberlain para inaugurar el marcador y serenar los ánimos locales.
 
El gol del joven inglés descolocó a los de Rodgers, hasta entonces bien plantados, e hizo replegar al Arsenal, muy solidario en las coberturas y con Sanogo de pivote, más voluntarioso que eficaz. No era el día de Luis Suárez, vigilado muy de cerca por un buen Laurent Koscielny, ni de Daniel Sturridge, que de nuevo falló ante Fabianski con todo a favor. Asistido por Joe Allen, el uruguayo también se estrelló con el meta del Arsenal ya al filo del descanso. No sería la última vez.
 
Nada más comenzar el segundo acto, de nuevo Lukas Fabianski le negó el gol al Liverpool, esta vez con el pié a Luis Suárez. Perdonaron los reds pero no los gunners, que a renglón seguido asestaron un golpe casi definitivo. Con las líneas visitantes adelantadas, Mesut Özil detectó la carrera al espacio de Chamberlain, galvanizador del juego de su equipo, quien cedió atrás para que Podolski embocase.
 
El gol del punta alemán no descabalgó al Liverpool, que siguió acumulando ocasiones desperdiciadas en los pies de Luis Suárez. No fue su mejor día pero aún así el charrúa forzó un penalti, obra y gracia de un inconsciente Podolski, que pasó de héroe a villano en diez minutos. Steven Gerrard engañó a Fabianski y recortó distancias para desasosiego de Àrsene Wenger, que al punto decidió que su equipo volviese a replegar, viendo como el Liverpool se plantaba con facilidad en tres cuartos de cancha sin oposición de Flamini y Arteta, que mostró signos de cansancio.
 
El duelo adquirió color rojo visitante, ante quienes solo Fabianski resistía, volviendo a abortar una clara situación de gol del Liverpool, en este caso con una gran mano en otro mano a mano frente a Sturridge. Anduvieron muy cerca los reds del empate, especialmente si Howard Webb hubiera visto un segundo penalti sobre Suárez. Fuese o no, lo cierto es que el exceso de teatralidad de la estrella red resulta en ocasiones desesperante.
El reloj apremiaba y Rodgers recolocó a Sterling de carrilero, mientras que Wenger metía a Gibbs por Chamberlain en un desesperado intento de proteger el botín logrado. El asedio del Liverpool se reveló infructuoso, con otro remate desde la frontal de Luis Suárez a las manos de Fabianski, sin duda el mejor jugador de un Arsenal carente de brillo y descaradamente encerrado en su área.
 
Lograron los gunners resistir el asedio del Liverpool y firmaron su pase a los cuartos de final de FA Cup, donde recibirán al Everton. Agotado por la exigencia del calendario y por las lesiones, el Arsenal ha perdido ese fulgor que desprendía a principios de temporada, donde parecía marchar sobre raíles. Sin embargo, y a la espera de la eliminatoria ante el todopoderoso Bayern de Múnich, todos sus frentes siguen abiertos en busca de poner fin a los dichosos nueve años de fracasos.
 

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Juan Antonio Parejo