Ilie Oleart

¿Fracaso inglés en Europa? ¡Por supuesto!

El fracaso de los equipos ingleses durante estas últimas temporadas se ha convertido en un argumento recurrente para aquellos que critican la Premier League. Bueno, en estos octavos de final tendrán más munición. 

 
Cuando uno alaba la Premier League por su competitividad, su impecable organización y su inagotable capacidad para entretener, tarde o temprano estas palabras o similares acaban flotando en el aire: «Pero si son muy malos, siempre pierden en Europa». Pues sí, estas últimas temporadas sí. Y volverán a hacerlo.
 
Aunque al aficionado de a pie no le guste reconocerlo porque supone renunciar al romanticismo que le convirtió en amante de este deporte cuando era niño, el dinero rige los destinos de los clubes. Por supuesto, existen excepciones en algunas ligas (véase al Leicester esta temporada) pero bastantes menos en la Champions League, un club privado para los clubes más ricos del planeta en el que los modestos tienen barrada la entrada. Un rico no se hace rico compartiendo las migajas.
 
Hace ya muchos años que quedó empíricamente demostrada la correlación directa entre salarios y posición en liga. Es decir, cuanto mayor sea la nómina del club, más elevada será su posición en liga. Esa norma se cumple también en las competiciones europeas.
 
La temporada pasada, muchos consideraron que la derrota del Chelsea ante el PSG era una señal de debilidad de la liga inglesa. Quizás esta temporada, nefasta para los Blues, no se produzca esa reacción. Lo cual sería lógico porque el conjunto parisino tiene todas las opciones para ganar. Los franceses ocupan el cuarto lugar en la Money League de Deloitte de 2016, que cataloga a los clubes según sus ingresos. El Chelsea es solo el octavo.
 
Lo mismo sucede con Barcelona y Arsenal. Los catalanes ocupan el segundo lugar de la tabla, mientras que los Gunners están en el séptimo. Tan solo el Manchester City tiene unos ingresos más elevados que su rival de turno, el Dinamo de Kiev. Y será el único equipo inglés en cuartos de final.
 
El multimillonario contrato de derechos de televisión es considerado con razón como un elemento para equilibrar las fuerzas entre los participantes en la Premier League. Equipos como Everton o West Brom pueden retener a jugadores clave como John Stones o Saido Berahino a pesar de las mareantes ofertas rivales. Clubes como Crystal Palace o West Ham pueden fichar a jugadores como Yohan Cabaye o Dimitri Payet. Eso contribuye a igualar la liga… y a hacerla más difícil para los grandes ingleses.
 
Esta temporada, solo habrá un equipo inglés en cuartos de Champions League. En cuanto a la Europa League, Mauricio Pochettino haría bien en renunciar a ella cuanto antes para centrarse en su lucha por la liga. Posiblemente, Manchester United y Liverpool, dos equipos en apuros en la liga, deberían tomársela más en serio porque representa una remota posibilidad de acceder a la próxima Champions League.
 

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Ilie Oleart