Premier League
Chelsea | 3 |
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Manchester Utd. | 3 |
Ficha técnica |
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3 – Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill, David Luiz, Bosingwa; Essien, Meireles, Malouda; Mata, Sturridge (Romeu, 71), Torres. |
3 – Manchester United: De Gea; Rafael (Scholes, 63), Ferdinand, Evans, Evra; Carrick, Giggs, Valencia, Young (Hernández, 53); Rooney; Welbeck (Park, 85). |
Goles: 1-0, m.36: Evans (p.p). 2-0, m.46: Mata. 3-0, m.50: David Luiz. 3-1, m.58: Rooney (p.). 3-2, m.69: Rooney (p.). 3-3, m.84: Hernández. |
El encuentro entre dos colosos de la Premier League como el Chelsea y el Manchester United se preveía como un intercambio de golpes, tal y como ocurrió en Old Trafford en la primera vuelta. En ese caso, la victoria sería para el que más acierto tuviera de cara a gol. Sin embargo, en la primera parte, nada más lejos de la realidad.
Y es que, a lo largo de la primera mitad, tanto unos como otros quisieron jugar al contraataque. Pero ninguno lo consiguió. Con un ritmo lento, prevaleció la mentalidad defensiva antes que la ofensiva. Ni unos ni otros se atrevieron a presionar cerca del área rival, conscientes del espacio que dejarían detrás de los defensores. Así, la primera parte fue un tostón. Muy igualada, lo único que destacó fue el gol inicial del Chelsea, que llegó tras una jugada individual de Sturridge que, tras centrar el balón al área pequeña, rebotó en Evans, lo que significó el 1-0.
Por suerte para los espectadores, la segunda parte no tuvo nada que ver. Dos goles del Chelsea en los primeros cinco minutos, el primero tras un gran centro de Torres que Mata empaló a la perfección en el segundo palo y el segundo mediante un remate de cabeza de David Luiz a centro de Mata, parecieron finiquitar el partido. Remontar el 3-0 se antojaba una quimera para un United que estaba totalmente grogui. Pero el United es el United, un equipo que ganó una Champions League con dos goles en el tiempo de descuento.
La primera piedra de cara a la remontada la puso Rooney, tras convertir un claro penalti de Sturridge sobre Evra. La segunda la puso Howard Webb, cuando señaló otro penalti, en este caso inexistente, de Ivanovic sobre Welbeck. Rooney lo convirtió engañando a Cech por segunda vez.
Con 3-2, llegó el momento de la noche. Villas-Boas dio entrada a Oriol Romeu por Daniel Sturridge, un cambio con un evidente mensaje defensivo. Quince minutos después, llegó el empate. «Chicharito» Hernández, que había sustituido a Ashley Young al poco de empezar la segunda parte, remató de cabeza un centro milimétrico de Ryan Giggs a falta de cinco minutos para el final que supuso el 3-3. En los últimos minutos, tanto «blues» como «red devils» pudieron llevarse los tres puntos, pero Cech y De Gea no permitieron que ningún balón más alcanzara el fondo de la red. Especialmente meritoria fue la intervención de De Gea en la recta final, donde impidió que una falta sacada magistralmente por Mata se colara por la escuadra.
A pesar de la remontada, las sensaciones que deja el Manchester United son las mismas que las que dejó tras la debacle de Basilea o el 1-6 del Manchester City en Old Trafford. Este equipo tiene más espíritu que juego. Ferguson apostó una vez más por Giggs y Carrick en el centro del campo, pero sufren para asumir el control del partido ante grandes rivales. También volvieron a quedar en evidencia las carencias defensivas del equipo. Jonny Evans no tiene nivel para jugar en este equipo, al menos en los partidos grandes. Rio Ferdinand sigue en baja forma. Y Evra fue incapaz de contener a Sturridge mientras estuvo en el campo. Las únicas conclusiones positivas que pueden extraer los «red devils» son, por un lado, el buen hacer de Scholes en el centro del campo, que puso un orden al equipo que hasta su entrada, a falta de media hora, carecía por completo, y el retorno del mejor «chicharito», que volvió a marcar otro gol decisivo.
El Chelsea tampoco tiene mucho de que alegrarse. Su juego sigue siendo pobre. Malouda ya no está para estos trotes y a Essien todavía no se le ve al cien por cien y quién sabe si lo vuelva a estar con su edad y las lesiones acumuladas. Torres, pese a jugar un buen partido, sigue sin marcar. Lo suyo no es solo un problema psicológico, tampoco está bien físicamente a pesar de acumular ya varios partidos como titular. Lo mejor para los de Villas-Boas fue el partido de David Luiz, que, aún encajando tres goles, cuajó una excelente actuación. El brasileño participó inteligentemente en ataque (algo que no suele suceder), y le ganó la partida a Welbeck y Rooney.