Steven Gerrard amargó el décimo aniversario de David Moyes al frente del Everton. En su partido 400 con los «reds», el capitán anotó un hat-trick que sirivió para golear al eterno rival en el derbi de Merseyside.

 

Moyes nunca ha ganado en Anfield en sus diez años en el club. Y a tenor de su alineación de esta noche, no parece que tenga un especial interés en romper esa estadística. La derrota se debió en parte a la decisión de Moyes de dejar en el banquillo a varios titulares, como Nikica Jelavic, Royston Drenthe, Leon Osman, Tim Cahill o John Heitinga. A pesar de tener en el horizonte un partido de cuartos de final de la FA Cup ante el Sunderland el fin de semana, un derbi no es momento de dar descanso a los jugadores.

 

Leighton Baines, Steven Pienaar y Marouane Fellaini sostuvieron a su equipo, que careció de delantero centro hasta que apareció Jelavic. Demasiado tarde.

 

El Liverpool llegaba al encuentro tras haber logrado solo cinco puntos en sus últimos ocho partidos de liga. Pero los «reds» ofrecieron otra imagen. Martin Kelly se mostró incisivo por la dercha, Luis Suárez fue una amenaza constante, incluso Andy Carroll generó peligro. Pero todas las miradas se centraron en Gerrard.

 

Ante las rotaciones de Moyes, Dalglish optó por varios clásicos. Jamie Carragher jugó su 28º derbi, mientras Gerrard cumplía su partido 400 en liga con el Liverpool.

 

La 186ª edición del derbi inglés más jugado comenzó como suele hacerlo, a todo ritmo. El Liverpool fue el primero en asentarse sobre el terreno de juego, con Gerrard recuperando balones y casi marcando a los cinco minutos. El capitán controló un pase de Suárez, se introdujo en el área y obligó a Tim Howard a intervenir. El rechazo le cayó a Jordan Henderson, cuyo disparo fue bloqueado por Jack Rodwell.

 

Las ocasiones se sucedían. Carroll habilitó a Suárez, cuyo disparo fue atajado por Howard. Luego fue el turno del Everton. La figura de Marouane Fellaini fue creciendo en la zona medular y su equipo ganó en confianza a medida que avanzaba la primera parte. Bien en la construcción, el Everton careció del toque final.

 

Pienaar entró más en juego, igual que Rodwell. Por la derecha, Seamus Coleman obligó a José Enrique a emplearse a fondo y Stewart Downing tuvo que retroceder varias ocasiones para ayudar al lateral español.

 

Pero el Liverpool volvió a la carga, moviendo rápidamente el balón de izquierda a derecha. En esa lado estaba el lateral derecho Kelly, que disparó raso pero Howard detuvo su intento. El balón quedó muerto frente al guardameta estadounidense, que en lugar de bloquear optó por despejar. Mala decisión, sobre todo cuando Gerrard anda cerca. Mostrando su excelente técnica y visión, Gerrard aprovechó que Howard estaba adelantado para enviar una vaselina con su pierna izquierda que se introdujo irremediablemente en la portería rival.

 

El Everton estuvo cerca de igualar, pero Stracqualursi dirigió su cabezazo tras un magnífico centro de Baines directamente a las manos de Pepe Reina.

 

Gerrard puso el segundo poco después. Henderson encontró a Suárez en la banda derecha con un magnífico pase. Suárez se coló por la derecha y cedió a Gerrard, que batió a Howard.

 

A la hora de juego, Moyes introdujo a Osman, Jelavic y Drenthe. Pero fue el Liverpool quién siguió controlando las operaciones. Ya en el tiempo añadido, Gerrard completó su hat-trick con la pierna izquierda después de que Suárez le pusiera el balón en bandeja.