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Aquellos tiempos en los que se hablaba de Olivier Giroud como un delantero mediocre han pasado a la historia. El ‘9’ francés está siendo uno de los jugadores más destacados del Arsenal y su gran trabajo de cara a puerta ha puesto a los Gunners líderes de la Premier League.
Las dudas que existían el año pasado en la delantera parece que se han evaporado y es que Giroud se ha convertido en uno de los pilares básicos del equipo de Arsène Wenger. Su gran trabajo ofensivo, no solo haciendo goles sino también asistiendo, ha provocado que se haya ganado a pulso la titularidad. Una titularidad, también hay que decirlo, “peleada” con Park, Yaya Sanogo, Nicklas Bendtner o el lesionado Lukas Podolski.
Para comprobar la importancia que atesora en el juego de su equipo, hay que entender ciertas cosas. Giroud no solo es ese delantero alto y fuerte al que se le pueden enviar melones, sandías y cualquier otro tipo de fruta exótica para que la baje y la juegue con sus compañeros. El francés aporta mucho más, su buen juego de piernas y su solidaridad en ataque han hecho que se convierta en el máximo pasador de la liga con cuatro sistencias de gol. Cosa que premia muchísimo Wenger y que se amolda perfectamente a su idea futbolística de toque y combinación. También hay que mencionar el gran compromiso que tiene con el equipo, ya que cuando lo requiere es capaz de bajar a recibir y sacar el balón jugado a una banda, combinando con Jack Wilshere, Mesut Özil o cualquiera de los jugadores que se sitúan en los tres cuartos de campo.
Tampoco hay que olvidar que es un delantero y que su misión es marcar goles, cosa que no se le está dando nada mal ya que suma nada menos que cinco goles en Premier League, superando a grandes artilleros como Wayne Rooney, Roberto Soldado o Christian Benteke. El listón está muy alto y la cuestión ahora es saber si Giroud será capaz de mantener este ritmo el resto de la temporada. Considerando las alternativas de las que dispone en el banquillo, Wenger espera que así sea.
