Hiddink era el favorito para el banquillo de los «blues», pues además de ser amigo íntimo de Roman Abramovich, ha estado actuando como asesor desde que fue técnico del club en 2009. Roman Abramovich, propietario del club, no quería pagar los cuatro millones de libras por el año de contrato que le quedaba a Hiddink en Turquía, pues sospechaba que los turcos estaban pensando en despedirle de todos modos. De hecho, solo el interés declarado del Chelsea ha impedido el despido del holandés. Finalmente, el ruso ha tenido que pagar 12 millones de libras para rescindir el contrato de Andre Villas-Boas con el Oporto, y ni siquiera era su primera opción, según el agente de Hiddink.
El agente de Guus Hiddink, Cees van Nieuwenhuizen, ha afirmado que su cliente era la primera opción para el banquillo del Chelsea, y que lo que ha impedido la contratación de Hiddink por el Chelsea ha sido su contrato con Turquía: «Cuando Guus firmó con Turquía esperaba llegar como seleccionador a la Eurocopa del año que viene, y él es un profesional, nunca ha roto un contrato».
Las compensaciones pagadas por entrenadores en los ocho años de Abramovich en Stamford Bridge superan los 60 millones de libras.
El Chelsea pagó 6 millones de libras por el despido de Claudio Ranieri en 2004 y pagó al Oporto otros dos para fichar a José Mourinho. Despedir a Mourinho y su cuerpo técnico tres años más tarde costó 18 millones de libras.
Ocho meses más tarde pagaron 5 millones para librarse de Avram Grant y 12 para despedir a Luiz Felipe Scolari y sus ayudantes. Finalmente, el despido de Ancelotti, que ha anunciado que se tomará un año sabático, podría costar otros 6 millones de libras.