Ilie Oleart

Henry se despide por la puerta de atrás (4-0)

El Arsenal fue una sombra de sí mismo en San Siro, donde el Milán dejó sentenciada la eliminatoria de octavos de final de la Champions League tras una contundente victoria por 4-0. Robinho marcó dos goles e Ibrahimovic y Boateng, un dolor constante de cabeza para la defensa «gunner», completaron la goleada.  

 

Champions League

AC Milán 4
Arsenal 0
Ficha técnica
4 – AC Milán: Christian Abbiati, Ignazio Abate, Thiago Silva, Luca Antonini, Philippe Mexes, Antonio Nocerino, Clarence Seedorf (Urby Emanuelson, 12), Mark van Bommel, Kevin-Prince Boateng (Massimo Ambrosini, 70), Robinho (Alexandre Pato, 84), Zlatan Ibrahimovic.
0 – Arsenal: Wojciech Szczesny, Bacary Sagna, Thomas Vermaelen, Laurent Koscielny (Johan Djourou, 44), Kieran Gibbs (Alex Oxlade-Chamberlain, 66), Aaron Ramsey, Mikel Arteta, Tomas Rosicky, Alexandre Song, Theo Walcott (Thierry Henry, 45), Robin van Persie.
Goles: 1-0, m.15: Boateng. 2-0, m.38: Robinho. 3-0, m.49: Robinho. 4-0, m.80: Ibrahimovic (p.).
Thierry Henry se despidió del Arsenal tras una noche humillante en San Siro que debería representar una llamada de atención para Arsène Wenger de cara al futuro. Los «gunners» fueron aplastados por el Milán de tal forma que incluso el técnico alsaciano debería darse cuenta de que confiar en antiguos héroes semiretirados no es suficiente para competir con los mejores de Europa.
 
Desde luego, nadie puede culpar a Henry, que salió en el descanso con el objetivo de protagonizar una misión imposible. Pero la derrota dejó en evidencia la fragilidad defensiva, la falta de inversión y las grandes debilidades de este equipo.
 
Antes del partido, otra leyenda de los «gunners», Dennis Bergkamp, afirmó que el equipo era muy predecible, le faltaba carácter y carecía de mentalidad ganadora. Al menos en un aspecto, Bergkamp estaba equivocado. Nadie esperaba esta derrota y mucho menos que el Arsenal ofreciera una actuación tan deplorable ante los líderes de la Serie A. Lo mejor para los «gunners» fue que solo encajaron cuatro goles. Podrían haber sido mucho más.
 
Para rematar la faena, fue un exjugador del Tottenham, el que inició la goleada. Kevin Prince-Boateng, que regresaba tras una lesión. Robinho, otro jugador que fracasó en la Premier League con el Manchester City, marcó dos goles. El sueco Zlatan Ibrahimovic completó la goleada de penalti.
 
La velocidad y potencia de Ibrahimovic aterrorizó a la defensa de los «gunners», que por si fuera poco perdió a Laurent Koscielny por lesión antes del descanso y fue sustituido por Johan Djorou. Su compañero Thomas Vermaelen, que regresaba al eje de la defensa, su posición preferida, protagonizó uno de los peores partidos de su carrera con el Arsenal.
 
Kieran Gibbs, que recuperaba la titularidad en el lateral izquierdo tras cuatro meses lesionado, tuvo una noche difícil, mientras Bacary Sagna completó un horrible partido, algo poco común en él.
 
En el descanso entró Henry por Walcott, que estuvo desaparecido. El francés debía ser el salvador del equipo, pero eso es pedir milagros a un jugador de 34 años que ya ha dejado atrás lo mejor de su carrera.
 
El Milán se adelantó al cuarto de hora cuando Boateng aprovechó un pase inteligente de Antonio Nocerino tras un pésimo despeje de Szczesny. Boateng controló con el pecho y batió a Wojciech Szczesny con un duro disparo que tocó antes en el larguero.
 
Era el primer partido de Boateng tras su lesión, que su novia, la modelo Melissa Satta, atribuyó al hecho de tener demasiado sexo. Para el Arsenal habría sido mejor que pasara la noche de San Valentín con ella.
 
El Milán encontró otro agujero en la defensa del Arsenal a los 38 minutos. Ibrahimovic se escapó por el costado derecho del Arsenal, alcanzó la línea de fondo y centró para que Robinho marcara de cabeza el 2-0 con el que se llegó al descanso.
 
En lugar de mejorar, las cosas empeoraron en la segunda parte. A los 49 minutos, Ibrahimovic generó otro gol, después de que su pase llegara a Robinho tras el resbalón de Vermaelen y el brasileño enviara su disparo ajustado al palo.
 
El Arsenal no probó a Christian Abbiati hasta el minuto 66, cuando Henry encontró a Robin van Persie pero el disparo del holandés acabó en manos de Abbiati.
 
El desastre se completó a los 78 minutos, cuando Djourou fue amonestado por derribar a Ibrahimovic dentro del área. El propio Ibrahimovic transformó el penalti y puso el 4-0 definitivo.
 
La de esta noche fue la derrota más abultada del Arsenal en Europa. Tal vez sea suficiente para convencer a Wenger de invertir en el equipo, reconstruirlo y mejorarlo, en lugar de tener que confiar en la ayuda de viejos amigos para poner parches.
 

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Ilie Oleart