El Manchester United poco a poco se va recuperando de la debacle ante el City del fin de semana pasado. El partido de hoy ante el Everton ha contribuido a la causa, tras la victoria ante el Aldershot por 0-3 en la Carling Cup.

 

El gol de Javier Hernández llegó antes de los 20 minutos y a partir de ahí el marcador no se volvió a mover. Aún así, del United se esperaba quizás una reacción más contundente, intentando demostrar que lo del derbi solo fue una mala tarde, pero la verdad es que nos encontramos un partido trabado, donde los «diablos rojos» mostraron pocos recursos.

 

Ferguson dejó a Ferdinand en el banquillo y Giggs ni tan solo estuvo en la convocatoria. La vieja guardia fue el blanco de las críticas tras el 1-6 y el técnico escocés parece que tampoco quedó satisfecho con sus actuaciones. Habrá que seguir de cerca si la suplencia de hoy se debe a una medida cautelar o si los dos veteranos jugadores podrían pasar una buena temporada en el banquillo.

 

En cambio, los jóvenes parecen tener el futuro asegurado con Ferguson, sobre todo gracias a las grandes actuaciones que están cuajando. Phil Jones en la defensa, Cleverley en el medio del campo y Hernández en la delantera, constituyen el eje central sobre el que Sir Alex quiere construir su United del futuro.

 

Precisamente Cleverley y Hernández, acompañados por otra de las jóvenes promesas de los «red devils», Danny Welbeck, estuvieron involucrados en el gol que finalmente supondría la victoria visitante. Cleverley y Welbeck combinaron con inteligencia y abrieron a la izquierda para que Patrice Evra lanzara el centro. En el área, el hombre con el imán para los balones, Javier «chicharito» Hernández, recibió el esférico y a escasos metras de la meta empujó el balón a las mallas.

 

El Everton mostró un atisbo de mejora antes del descanso, animado por el gran ambiente que se vivía en Goodison Park. Leighton Baines mandó un balón al palo al ejectuar un tiro libre, mientras que Jack Rodwell y Louis Saha pusieron a prueba a David De Gea con sendos disparos.

 

La ofensiva del equipo local continuó tras el descanso, con Moyes introduciendo al jovencísimo Ross Barkley para reemplazar el ineficaz Diniyar Bilyaletdinov. Ferguson, por su parte, sustituyó rápidamente a Cleverley por unas molestias, ya que el joven centrocampista venía de pasar algunas semanas en el dique seco.

 

La última media hora, los visitantes se encerraron en su campo y dejaron a Welbeck descolgado en busca de algún contraataque. El Everton intentó poner cerco a la porteria visitante, pero sus recursos se centraron en colgar balones al área y buscar disparos lejanos que no inquietaron a De Gea. El United, a la espera de recuperar las buenas sensaciones, por lo menos sigue puntuando y no se descuelga de la velocidad de crucero que ha cogido el Manchester City al frente de la clasificación.