Hiddink es amigo íntimo de Roman Abramovich, y ha actuado como asesor desde su paso por el club como técnico en 2009. Y ahora parece que el millonario ruso desea traer a Hiddink de vuelta a cualquier precio.
Hiddink ya ha expresado su deseo de volver a dirigir a un club y trabajar día a día con los jugadores. Aunque sigue existiendo la opción de que Hiddink no sea el técnico del equipo, sino que ocupe la posición de director deportivo. En ese caso, Abramovich traería a otro técnico, joven y con menos experiencia, que ocuparía el puesto de entrenador.
Marco van Basten, sin equipo actualmente, es la opción preferida de Hiddink, que también ha trabajado con Frank Rijkaard y Ronald Koeman. Otra opción es la de Mark Hughes, que renunció la semana pasada a su trabajo en el Fulham.
La Federación Turca ha admitido que Hiddink abandonará el trabajo. Una fuente interna le habría dicho a la BBC: «La oferta del Chelsea es demasiado buena como para rechazarla y la Federación lo entiende. Hiddink siente que todavía tiene un trabajo por hacer allí. Quiere trabajar todos los días y ganar campeonatos, tal vez incluso la Champions League. Entendemos que ha dirigido su último partido con Turquía, siempre que el Chelsea pague la compensación».
El único problema es precisamente la cuantía de esa compensación. Abramovich no quiere pagar 4 millones de libras por el año de contrato que le queda a Hiddink. Además, sospecha que los turcos estaban pensando en despedirle de todos modos. Solo el interés declarado del Chelsea ha impedido el despido del holandés.
Abramovich está preparando una oferta para los turcos, inferior a esos 4 millones. Esta cantidad supondría que las compensaciones pagadas por entrenadores en los ocho años que lleva el ruso en Stamford Bridge superarían los 50 millones de libras.
El Chelsea pagó 6 millones de libras por el despido de Claudio Ranieri en 2004 y pagó al Oporto otros dos para fichar a José Mourinho. Despedir a Mourinho y su cuerpo técnico tres años más tarde costó 18 millones de libras.
Ocho meses más tarde pagaron 5 millones para librarse de Avram Grant y 12 para despedir a Luiz Felipe Scolari y sus ayudantes. Finalmente, el despido de Ancelotti, que ha anunciado que se tomará un año sabático, podría costar otros 6 millones de libras.