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A pesar de las catástrofes ocurridas a finales de los años 80 en Inglaterra, que sumieron al fútbol inglés en la peor etapa de su historia, la realidad es que fueron la primera piedra para reconstruir su imagen. Tras la tragedia de Hillsborough, en la que fallecieron 96 personas, el juez Taylor redactó un informe que resultó clave para la reestructuración del fútbol inglés.
Este informe, además de concluir que «la principal causa del desastre fue el fallido control policial», recomendó una serie de medidas para los estadios que permitieran evitar más catástrofes como la ocurrida en Sheffield. La recomendación más importante fue la de que los estadios no debían permitir que espectadores estuvieran de pie. Todos y cada uno de los espectadores debían tener un asiento. La existencia de zonas del estadio en la que los espectadores estaban de pie facilitaba el exceso de aforo, principal causa de las tragedias sucedidas en los años 80.
En base al denominado «informe Taylor», la Federación inglesa obligó en 1990 a todos los clubes pertenecientes a la máxima división inglesa a que sus estadios tuvieran un asiento para cada espectador antes de 1994. Las dos divisiones situadas justo por debajo de la primera división, los clubes tenían de plazo hasta 1999. Esta medida representó el punto de partida de la fase de recuperación del fútbol inglés.
La Premier League
Desde 1888, la Football League y la FA eran las organizaciones que regían las competiciones de fútbol en Inglaterra. Los clubes estaban subordinados a estas dos organizaciones, que eran las responsables de buscar los patrocinadores y negociar los contratos con ellos, incluso a partir de la aparición de las cadenas de televisión. El dinero recibido por los derechos de televisión se distribuía entre los diferentes clubes de la Football League de forma equitativa. Los clubes más prestigiosos recibían mayores sumas, pero todos los clubes pertenecientes a la Football League, ya fueran de la First o la Second Division, recibían una parte.
El «big five» llevó la iniciativa para crear la Premier League
Los grandes clubes no querían compartir beneficios
Lógicamente, esta situación no era del agrado de los grandes clubes. Los más disconformes eran los clubes incluidos en el llamado «big five», formado por Manchester United, Liverpool, Tottenham, Everton y Arsenal. ¿Cómo podía recibir una cantidad similar un equipo de la Second Division que todo un Manchester United? Así, el «big five» decidió reunirse con el director de la London Weekend Television (LWT), Greg Dyke, en 1990. Anteriormente, los clubes grandes ya habían amenazado con formar una liga independiente en paralelo a la Football League, pero no fue hasta ese momento cuando la idea tomó forma. No cabía duda de que si los mejores equipos de Inglaterra negociaban un contrato por separado, sin contar con la Football League, multiplicarían sus ingresos en concepto de patrocinio al no tener que compartir los ingresos con el resto de equipos de las categorías inferiores.
Pero la Football League llevaba más de un siglo al frente del fútbol inglés, así que la organización de una liga independiente no habría sido bien vista por muchos clubes, aficionados y entidades. Y sin ese respaldo, la nueva liga no tenía asegurado el éxito. El «big five» debía elegir entre la tradición y el dinero. Finalmente, escogió ambas.

El 20 de febrero de 1992 se creó la sociedad anónima FA Premier League. La temporada siguiente se celebraría la primera edición de la Premier League de la historia, formada por 22 clubes. El autor del primer gol fue Brian Deane, que contribuyó a la victoria de su equipo, el Sheffield United, por 2-1 sobre el Manchester United, dirigido ya por Sir Alex Ferguson. Paradójicamente, fueron los «red devils» los que se alzaron con el título inaugural de la Premier League.
La fundación de la Premier League supuso un impulso decisivo para el fútbol inglés. Los clubes se enriquecieron gracias a la posibilidad de negociar directamente con las empresas patrocinadoras sin tener que pasar por la Football League. Esta bonanza económica se trasladó rápidamente al capítulo de traspasos. Durante los últimos años de la década de los 80 y los primeros de los 90, los clubes ingleses se habían convertido en clubes vendedores dentro del panorama europeo. El Mancheste United había vendido a Ray Wilkins y Mark Hughes a Milán y Barcelona en 1984 y 1986, respectivamente. El Liverpool había vendido a Ian Rush a la Juventus en 1987. El Tottenham había hecho lo propio con Chris Waddle en 1989, que recaló en el Olympique de Marsella, y con Paul Gascoigne, que aterrizó en la Lazio en 1992.
Sin embargo, desde la fundación de la Premier League, el poder económico de los clubes ingleses permitió que recuperaran su faceta compradora. La Premier League logró que los mejores jugadores del mundo quisieran jugar en Inglaterra. En 1992, Eric Cantona aterrizó en el Leeds; en 1994, Jurgen Klinsman en el Tottenham; en 1995, David Ginola hizo lo propio en el Newcastle, Juninho Paulista en el Middlesbrough y Dennis Bergkamp en el Arsenal; en 1996, Gianfranco Zola recaló en el Chelsea; en 1997, Jimmy Floyd Hasselbaink llegó al Leeds y Nicolas Anelka al Arsenal; en 1998, Jaap Stam fichó por el Manchester United; y, en 1999, Thierry Henry llegó al Arsenal.
Además del flujo de estrellas internacionales que emprendió el viaje hacia Inglaterra, surgió una de las generación de futbolistas británicos más brillantes de todos los tiempos. La primera hornada de futbolistas británicos apareció a principios de los 90 y estuvo liderada por David James, David Seaman, Tony Adams, Lee Dixon, Steve Bruce, Gary Pallister, Paul Ince, Alan Shearer, Teddy Sheringham, Mark Hughes y Andy Cole, entre otros. La generación posterior no se quedó atrás, y estuvo integrada por Gary Neville, Paul Scholes, Rio Ferdinand, Robbie Fowler, David Beckham o Michael Owen.
A nivel europeo, sin embargo, el fútbol inglés tuvo que esperar todavía unos años para recuperar la hegemonía que alcanzó a finales de los años 70 y principio
s de los 80. Tras el desastre de Heysel en 1985 y los cinco años de suspensión impuestos a los equipos ingleses para competir en Europa, un equipo inglés no apareció en una final de la Copa de Europa, que cambió su nombre y formato por el de Champions League a partir de la temporada 92-93, hasta 1999.
Se trataba del Manchester United del triplete, que logró la victoria por 2-1 en el tiempo de descuento gracias a los goles de Sheringham y Solskjaer. Pero aquel triunfo sería un oasis. El fútbol inglés no recuperó su hegemonía europea hasta el siglo XXI. En 2005, un equipo inglés volvió a la final de la máxima competición europea para conquistarla. En esta ocasión fue el Liverpool de Rafael Benítez, que remontó un 3-0 en contra al descanso ante el Milán, y acabó batiendo a los italianos en los penaltis. Aquella victoria en Estambul supondría el punto de inicio de una nueva etapa hegemónica europea. Entre 2004-2005 y 2010-2011, hubo un finalista inglés en seis de las siete campañas, incluida una final entre equipos ingleses, la disputada entre Manchester United y Chelsea en 2008 en Moscú. En esas finales, dos equipos ingleses salieron victoriosos, el Liverpool en la temporada 2004-05, y el Manchester United en la 2007-08.
Finanzas
La Premier League es la liga con más ingresos del mundo. Los ingresos totales de los clubes sumaron 2,47 billones de euros en la temporada 2009–10, y es la segunda más rentable tras la Bundesliga. Los ingresos brutos de la Premier League son los cuartos más elevados de cualquier liga deportiva del mundo, por detrás de los ingresos anuales de las tres ligas más populares de Estados Unidos, la NFL, la MLB y la NBA.
En cuanto a los clubes, la Premier League engloba a varios de los más ricos del mundo. Deloitte, que anualmente realiza un estudio sobre ingresos de clubes, incluyó a siete clubes de la Premier League entre los 20 más ricos en la temporada 2009–10. Ninguna otra liga tiene más de cuatro en esta tabla. Una vez que entre en vigor el nuevo contrato de televisión, el aumento de los ingresos en la liga podría permitir que más clubes ingleses entraran en la lista.
Reconocimiento universal
En cuanto a galardones individuales, desde 1983 hasta 1992 ningún jugador perteneciente a un club inglés se coló entre los tres finalistas del Balón de Oro. En los nueve años siguientes, hasta 2001, fueron tres los finalistas al Balón de Oro (Eric Cantona en 1993, Alan Shearer en 1996 y David Beckham en 1999), y Michael Owen lo conquistó en 2001.

En la clasificación histórica del Ránking Mundial de Clubes de la IFFHS (International Federation of Football History and Stats), que arranca el 1 de enero de 1991 y está actualizada hasta el 31 de diciembre de 2009, Inglaterra es el país con más equipos entre los once primeros, con cuatro. Además, Inglaterra también lidera en cuanto a equipos situados entre los 31 primeros del actual Ránking Mundial de Clubes de la IFFHS, con siete. Por último, la IFFHS también ha determinado que la liga más fuerte de Europa en la primera década del siglo XXI es la Premier League.
El lastre: la selección
Si bien es cierto que no hay duda sobre la supremacía del fútbol inglés a nivel de clubes, también lo es que Inglaterra tiene una asignatura pendiente: la selección. La Copa del Mundo de 1966 es la única victoria en un torneo importante. La creación de la Premier League no contribuyó a la mejoría de la selección inglesa. Los ingleses no se clasificaron para EEUU 1994, fracasaron en 1998 tras quedar eliminados en octavos de final, en 2002 fueron eliminados en cuartos de final por Brasil, en 2006 cayeron en la tanda de penaltis ante Portugal, también en cuartos. En el último Mundial, Alemania goleó a los ingleses en octavos de final por 4-1.
En Europa, las cosas no han ido mucho mejor. El tercer puesto logrado en 1968 y 1996 no ha sido mejorado todavía. Destaca particularmente el ridículo de la selección en la fase clasificatoria para la Eurocopa de 2008, disputada en Austria y Suiza. Con Steve McClaren como seleccionador, Inglaterra no fue capaz siquiera de clasificarse para la fase final del torneo. No parece que esta tendencia pueda romperse en la Eurocopa de Polonia y Ucrania de este verano.