El primer partido de Roy Hodgson como técnico inglés acabó en victoria. Esa es la mejor noticia. La peor fue que el equipo careció de precisión, profundidad e ideas con el balón. Aunque es cierto que Hodgson puede alegar unos cuantos atenuantes.
Para empezar, las lesiones, que impidieron la participación de Glen Johnson y Danny Welbeck, y se llevaron por delante a Gareth Barry, que salió en el descanso y tuvo que ser sustituido. Y la ausencia de los jugadores del Chelsea, que aportará cuatro presumibles titulares: Terry, Cahill, Cole y Lampard.
También es cierto que Hodgson apenas lleva unos días trabajando con el grupo, pero hubo momentos en que la poca precisión de sus jugadores podría haberles costado más de un disgusto, en especial en la segunda parte, cuando comenzó el carrusel de cambios.
La defensa fue totalmente experimental, con Jones en el lateral derecho y Phil Jagielka, que ni siquiera está convocado a la Euro, en el centro junto con Lescott. Delante, el buen entendimiento entre Andy Carroll y Ashley Young permite aventurar que Hodgson ha encontrado la pareja ideal para suplir la ausencia de Wayne Rooney durante los dos primeros partidos de la Euro 2012.
Carroll parece haber recuperado la confianza en el tramo final de la temporada tras un año difícil. Es el delantero idóneo para el juego de Hodgson, que pretende jugar con una referencia en ataque para bajar balones y ayudar al equipo a salir de atrás.
El gol de Young a los ocho minutos fue el mejor ejemplo. Carroll le dejó el balón a su compañero con el exterior del pie. Un pequeño gesto que desencadenó toda la jugada individual de Young, que condujo, regateó al central del Fulham Brede Hangeland y definió con clase ante el portero, Rune Almenning Jarstein.
El gol tempranero le sentó bien a Inglaterra, que no sufrió en la primera parte. Noruega ha ganado en casa a Francia, Portugal y la República Checa en los últimos dos años pero fue un rival cómodo para el portero inglés Rob Green. Fue su primer partido desde que se comió el débil disparo de Clint Dempsey en la Copa del Mundo.
Green, que lució un llamativo uniforme verde chillón, realizó varias intervenciones de mérito, en especial tras un disparo de Markus Henriksen en la primera parte. Aunque falló estrepitosamente en el córner resultante de Morten Gamst Pedersen y el balón acabó en el palo.
La elección de James Milner y Stewart Downing en las bandas no fue especialmente acertada pero el equipo mantuvo el orden en todo momento, con un clásico 4-4-2 con las dos líneas de cuatro muy juntas y el equipo muy replegado en defensa.
Barry sustituyó como capitán a Steven Gerrard en el descanso. Gerrard realizó una dura entrada sobre el lateral derecho noruego, Tom Hogli, que obligó al jugador local a ser sustituido. La sustitución de Gerrard al descanso ya estaba planeada, al igual que la de Scott Parker, que sin embargo permaneció 11 minutos más sobre el terreno de juego, al no resentirse de su reciente problema en el talón de Aquiles.
En líneas generales, una actuación seria, profesional de la selección inglesa teniendo en cuenta las limitaciones. Con el equipo al completo, la exigencia será mayor ante Bélgica en Wembley el próximo fin de semana.