El regreso de Roy Hodgson fue saludado con una cálida ovación pero la calidad futbolística brilló por su ausencia en una noche gélida que no se calentó hasta los 69 minutos, cuando Bryan Ruiz envió un magnífico pase a Clint Dempsey, que marcó su 16º gol de la temporada.

 

El gol llegó cuando más cerca parecía el West Bromwich de decantar la balanza a su favor. Tras el gol, Hodgson, que volvía a Craven Cottage por primera vez desde que abandonó el club para irse al Liverpool hace 18 meses, vio cómo el Fulham frustraba todas las ocasiones de los suyos, hasta que finalemnte Somen Tchoyi puso las tablas definitivas.

 

Hodgson, que condujo al Fulham a la final de la Europa League en 2010 durante sus dos años y medio en el club, dijo: «La acogida que me ofreció el público fue fantástica. El club ha progresado y ahora tal vez sea más estable que cuando yo estaba aquí, pero fue una gran etapa para mí».

 

Sobre su goleador, dijo: «Tchoyi es un jugador peligroso. Es impredecible. Es habilidoso. Lógicamente, con 1-0 y 12 minutos para el final, era el momento de hacerle jugar».

 

Martin Jol coincidió en que el resultado fue justo: «Necesitas mucha paciencia ante el West Brom porque no te dejan muchos espacios. Necesitas un extra de calidad y eso es lo que hicimos en el gol».

 

Incluso Bobby Zamora, vendido en el último minuto del mercado invernal al QPR, habría sufrido para encontrar huecos ante el West Brom. Preguntado sobre su venta, Jol, que tuvo sus diferencias con Zamora, dijo: «Para nosotros, era lo mejor que Bobby podía hacer. Fue la mejor oferta y decidimos aceptarla. Veníamos arrastrando la situación desde hacía meses. Él quería irse, así que… siempre quieres quedarte a tus mejores jugadores. El momento era el idóneo».

 

La primera parte careció de fluidez y ambos equipos se neutralizaron mutuamente. Brede Hangeland y Danny Murphy para el Fulham y Youssouf Mulumbu para el West Bromwich lo intentaron pero sus disparos chocaron contra sendos adversarios. El gol se antojaba una utopía.

 

La mejor oportunidad del Fulham fue un disparo lejano de Steve Sidwell que se fue por encima del larguero de Ben Foster. Luego, Simon Cox envió un pase a la espalda de Riise en la izquierda que recogió Peter Odemwingie y pareció que el partido se animaba. El delantero resbaló pero fue capaz de pasar a Marc-Antoine Fortuné, cuyo intento se fue fuera. Habría que esperar a la segunda parte para que llegaran los goles. Pero la igualada parecía el destino inexorable de este encuentro.