Una nueva expulsión de Cissé volvió a dejar en inferioridad al QPR en su visita al campo del Sunderland. Una acción que acabó por costarle tres importantes puntos que hubiesen permitido al conjunto de Hughes alejarse de los puestos de descenso. Los visitantes perdían 1-0 gracias al gol de Bendtner, cuando Cissé realizó una dura entrada con ambos pies por delante a Frazier Campbell. El colegiado Mike Jones no se lo pensó y mandó al delantero francés a la calle. Es su segunda expulsión en cinco partidos en la Premier League. Esta vez, la sanción será de cuatro partidos.

 

El Sunderland, por su parte, se afianza en la octava plaza a solo dos puntos del Liverpool. Quizás para llegar a Europa el conjunto de O’Neill llega un poco tarde, al menos a través de la liga. Si hubiesen conseguido este nivel de juego desde inicio de la temporada, a día de hoy podría estar en plena lucha por la zona europea. Es decir, si hubiesen despedido antes a Steve Bruce para colocar a Martin O’Neill. Al ver al Sunderland, uno no puede dejar de preguntarse cómo es posible que O’Neill estuviera más de un año en el paro.

 

La euforia generada tras la herocia remontada frente al Liverpool en la pasada jornada se esfumó rápidamente entre el conjunto visitante. El Sunderland llevó el peso del encuentro y tras algunas buenas ocasiones, fue el delantero danés Nicklas Bendtner quién, al borde del descanso, remató a la red con un buen testarazo el centro del omnipresente James McClean, que sigue pidiendo a gritos a Trappatoni que le lleve a la Eurocopa de este verano.

 

En la reanudación, las efímeras posibilidades de remontada para el QPR se esfumaron con la expulsión de Cisse. McClean puso el 2-0 solo quince minutos más tarde de la expulsión del francés.

 

En el minuto 76, Sessegnon, que regresaba al equipo tras sus tres partidos de sanción por la expulsión en el derbi ante el Newcastle, aprovechó un desconcierto en la zaga visitante para sentenciar el encuentro.

 

Taiwo, con un gran disparo de falta, recortó distancias a diez minutos del final, pero ya era demasiado tarde.

 

La derrota deja tocado al QPR y a su entrenador Mark Hughes, que además de ver cómo el juego y los resultados de su equipo siguen empeorando semana a semana, también esta teniendo problemas en controlar las iras de algunos de sus jugadores más rebeldes. La expulsión de Cissé gracias a su fuerte temperamento y la suplencia de Barton, que rememora sus frecuentes líos en el Newcastle, auguran malos presagios para buscar la salvación.