Tras casi tres horas de partido, Alessandro Diamanti se encaminó hacia el penalti decisivo. El exjugador del West Ham batió a Joe Hart y clasificó a Italia para semifinales, donde se medirá a Alemania. Y selló la enésima decepción inglesa en una tanda de penaltis.

 

Y eso que la tanda comenzó bien para los ingleses. Riccardo Montolivo envió su disparo fuera y los ingleses se colocaron 2-1 tras los dos primeros lanzamientos. Pero Gianluigi Buffon detuvo el penalti de Ashley Cole y Ashley Young estrelló el suyo en el larguero.

 

Muchos esperaban un partido táctico, trabado, rácano en emociones. Pero el comienzo demostró todo lo contrario. La mitad de los jugadores ingleses no había ni tocado el balón cuando Daniele De Rossi, desde 30 metros, envió un zurdazo que se estrelló en el poste derecho de Joe Hart. La respuesta de Inglaterra fue contundente. El balón acabó a pies de Milner en la banda derecha, que centró raso y el balón le cayó a Glen Johnson, que desde el área pequeña solo acertó a rematar a manos de Buffon cuando tenía todo a favor para marcar. Solo habían transcurrido cinco minutos.

 

La banda de Johnson se convirtió en la principal vía ofensiva del equipo de Hodgson. Inglaterra contraatacaba con rapidez pero Italia se sentía más cómoda con el balón. Los italianos acabaron la primera parte con ímpetu y mostrando su mejor versión del tiki-taka.

 

Sorprendentemente, Inglaterra se mostró vulnerable por el centro. Dos veces consecutivas, Mario Balotelli tuvo la oportunidad de abrir el marcador mediante balones verticales entre los centrales. En la primera ocasión, su control no fue suficientemente bueno y John Terry logró bloquear su disparo. En la segunda, la volea de Balotelli fue detenida por Hart.

 

La presión sobre Inglaterra no hacía más que aumentar y los ingleses tuvieron suerte de que Balotelli no tuvo su mejor día de cara a puerta. En otra clara ocasión, Antonio Cassano cabeceó el balón hacia el área pequeña pero Balotelli no fue capaz de llegar al remate cuando tenía todo a favor para marcar. El poste pagó los platos rotos. Balotelli le propinó una patada con furia. Poco después envió un disparo fuera y proclamó su furia a los cuatro vientos.

 

Con una buena definición, Italia podría haber liquidado el encuentro antes de la prórroga. A los tres minutos del segundo tiempo, Hart repelió un córner con el puño y Claudio Marchisio cabeceó el balón de nuevo hacia el área de penalti. Joleon Lescott dudó y De Rossi se quedó con la portería a su merced. Pero disparó fuera. Por enésima vez para los italianos.

 

La tendencia se fue acentuando. Los ingleses fueron retrasando su posición cada vez más a la esper de un contraataque. Y fue en ese lapso cuando quedó patente la carencia de talento inglesa. Tras un prometedor inicio, Inglaterra se encomendó a su estructura defensiva y la fortuna. Los delanteros eran incapaces de retener el balón más que algunos segundos. Young estuvo mediocre. Milner y Welbeck casi no aparecieron y acabaron sustituidos. Rooney trabajó a destajo pero jamás exhibió su talento.

 

Italia siguió errando ocasiones. Balotelli disparó directamente a Hart después de que el portero hubiera despejado fatal un disparo de De Rossi a los 52 minutos. Montolivo envió el rechazo por encima del larguero. Poco después, Balotelli probó una chilena que se fue por encima de larguero.

 

Inglaterra comenzaba a dar muestras de fatiga. Como demostró Gerrard, que sufrió problemas musculares ya a los 71 minutos. Rooney no logró marcar en su única ocasión, en tiempo añadido de la segunda parte. Luego, Scott Parker y Young necesitaron minutos de tratamiento para recuperarse. No fue una sorpresa que Parker tuviera que retirarse en la primera parte de la prórroga. Italia también daba muestras de cansancio pero su acoso no cedió un ápice. Diamanti envió un centro-chut al poste y poco después Nocerino lograría un gol que fue anulado por fuera de juego.

 

Italia acumuló 35 disparos a portería por los nueve de Inglaterra. Además del 64% de posesión. Esta vez, nadie podrá decir que no ganó el mejor.