La selección inglesa sub-21, al igual que la absoluta, hace mucho ruido pero luego no aparece ni una nuez. El partido ante Ucrania volvió a demostrar una vez más que Inglaterra sufre un penoso calvario cada vez que se ve obligada a crear juego. A pesar de contar en sus filas con jugadores de calidad con experiencia probada en la Premier League, no son capaces de encadenar cinco pases consecutivos con sentido.
Pese a empatar en su debut en los últimos minutos, el repaso sufrido ante España (1-1) trastocó las ideas iniciales del seleccionador inglés, Stuart Pearce. Si bien en ese primer partido Inglaterra presentó un sorprendente 4-2-3-1, ante Ucrania el técnico decidió salir con su habitual 4-3-3, reforzando el centro del campo con un jugador más, en este caso Jack Rodwell, el jugador del Everton, que entró en el once en detrimento de Cleverley.
Este cambio, el único respecto al partido ante España, no fue suficiente para parar a una selección ucraniana que salió de inicio con cinco cambios respecto al primer partido, en el que cayó derrotada ante la República Checa (2-1). Ucrania dominó con comodidad la primera parte, acaparando la posesión, aunque se trató de un dominio estéril, que no fue capaz de materializar. De hecho, Inglaterra, que prácticamente no se acercó al marco rival en toda la primera parte, tuvo la ocasión más clara del primer acto en las botas de Daniel Sturridge, que golpeó el travesaño tras empalar espléndidamente una volea desde 25 metros.
En la segunda parte, el guión cambió. Inglaterra tomó el mando de las operaciones y Ucrania dio un paso atrás y se agazapó a la espera de encadenar un contragolpe letal. Welbeck dispuso de una oportunidad dorada tras un excelente pase de Sturridge, pero no acertó solo ante el portero. Las urgencias por parte de ambos equipos hicieron que los últimos 20 minutos de juego cobraran el ánimo que le faltó al resto del choque. En el intercambio de goles, el conjunto inglés a punto estuvo de perder, después de un error del nuevo «red devil» Phil Jones del que se aprovechó el ucraniano Zozulya, pero Fielding atajó el disparo del ucraniano.
Este resultado deja a Inglaterra muy tocada, que necesita ganar a toda costa el tercer y último partido de la fase de grupos: un empate o una derrota ante la República Checa les dejaría fuera de la competición. Por su parte, Ucrania está en una situación parecida, pues tiene la más que difícil tarea de vencer a la favorita, España, y esperar que Inglaterra gane a la República Checa.
Ucrania: Kanibolotsky; Butko, Rakytskyy, Kryvtsov, Selin; Chesnakov, Golodyuk, Beliy, Garmash, Konoplyanka (Yarmolenko, 65); Kravets (Zozulya, 70)
Inglaterra: Fielding; Walker, Smalling, Jones, Bertrand; Mancienne (Muamba, 89), Henderson, Rodwell (Lansbury, 57); Sturridge, Rose (Sinclair, 58), Welbeck