Toño Suárez

Joe Hart evita la victoria del Dortmund (1-1)

Pese al empate, la actuación del Borussia Dortmund en el Etihad fue magistral. El empate fue demasiado premio para los de Roberto Mancini, que salvaron los muebles con un postrero gol de Mario Balotelli de penalti. Imponente Joe Hart, que evitó una derrota sonrojante de los suyos.

 

Champions League

Manchester City 1
B. Dortmund 1
Ficha técnica
1 – Manchester City: Joe Hart, Gaël Clichy (Mario Balotelli, 81), Pablo Zabaleta, Matija Nastasic, Vincent Kompany, David Silva, Yaya Touré, Javi García (Jack Rodwell, 34), Samir Nasri (Aleksandar Kolarov, 57), Edin Dzeko, Sergio Agüero.
1 – Borussia Dortmund: Roman Weidenfeller, Mats Hummels (Felipe Santana, 74), Lukasz Piszczek, Neven Subotic, Marcel Schmelzer, Ilkay Gündogan (Kevin Großkreutz, 83), Sven Bender, Marco Reus, Jakub Blaszczykowski, Mario Götze (Sebastian Kehl, 88), Robert Lewandowski.
Goles: 0-1, m.61: Reus. 1-1, m.89: Balotelli.
Hay un conocido dicho popular que nos recuerda que lo importante no es cómo se empieza sino cómo se acaba. Y nada hacía esperar a los aficionados Citizens que llenaron el Etihad que el partido que su equipo empezó dominando con dos claras ocasiones de Samir Nasri y Sergio Agüero antes de que se cumpliera el primer minuto de juego, se convirtiría en una auténtica pesadilla que solo Joe Hart, Pablo Zabaleta y un penalti transformado por Mario Balotelli en el minuto 90 se encargarían de mitigar. Solo la lluvia pertinaz que cayó sobre Manchester sabía que se iba a convertir en una alegoría al baño que los de Roberto Mancini iban a recibir del Borussia de Dortmund.
 
La primera parte fue un bonito espectáculo a dos bandas; el City gozó del balón porque el Borussia se lo regaló. Es una buena solución teniendo en cuenta que la creación del juego del City corría a cargo de Nastasic y Company, ayudado por un Touré que no es tan Yaya cuando juega de enganche y un Javi García voluntarioso pero desbordado. Solo cuando Nasri y Silva reculaban a su propio campo y conseguían sacar el balón con limpieza, el City se convertía en peligroso. Así fue en el minuto siete, cuando el canario mandó un pase magistral al Kun que detuvo Weidenfeller.
Con estas premisas, el Borussia se limitó a estar bien posicionado, ser agresivo en la recuperación , disciplinado en las ayudas y salir como un tiro a la contra cuando recuperaba el balón. Así, en el minuto 11, Blaszczykowski arrastró de su posición a Clichy y le dejó una autopista a Götze, que remató al palo tras un paradón, el primero de muchos, de Joe Hart.
 
Mientras tanto, el City, sin un medio centro definido, seguía disfrutando de la posesión pero carecía de profundidad. Pero con Silva, Nasri, Agüero y Zabaleta sobre el céspeed, todo puede pasar. Incluso siendo Kompany el cerebro de las operaciones. En el 26, Dzeko remató a las nubes un servicio de Nasri y, poco después, Agüero hizo lo propio tras un servicio de Silva. El City solo funcionaba a impulsos.
 
Y el Borussia seguía a lo suyo: en el 35, Subotic, tras un mal despeje de Silva, soltó una volea que pasó lamiendo el palo derecho de Hart; en el 38, el medio campo alemán trenzó una excelente jugada que culminó Götze con un disparo…que salvó Hart; acto seguido, los alemanes crearon otra obra de arte a través de Blaszczykowski, con pase de tacón incluido a Götze, que Hart envió al palo.
 
En el 44, el City despertó. Agüero se llevó a medio equipo alemán, la pelota le cayó a Zabaleta en la derecha y Silva remató el centro del argentino por encima del travesaño.
 
La segunda parte comenzó con otra oportunidad de Götze tras jugadón de Piszczek para que Hart realizara su enésima intervención. El Dortmund se hizo con el control total del partido. Lewandowski, Reus, Götze, Gündogan y Blaszczykowski se erigieron en dueños y señores de la situación. Su exhibición de posicionamiento, presión, robo, pase y remate culminó en el minuto 61. La errática circulación de balón del City provocó que Jack Rodwell, que había sustituido a Javi García en el minuto 32 de la primera parte por lesión, perdiera un balón absurdo en defensa que aprovechó Reus para batir finalmente a Hart.
 
El chaparrón bávaro, lejos de amainar, arreció. Gündogan lanzó un balón con efecto a la escuadra que repelió Hart. Luego, Lewandowski pasó a Reus pero detuvo Hart de nuevo. En el 75, un jugadón de Gündogan, con autopase incluido, acabó con un centro magistral que Lewandowski envió incomprensiblemente fuera.
 
Mancini reaccionó retirando un defensa, Gaël Clichy, y dando entrada a Balotelli. El Kun Agüero tuvo una clara ocasión en el 86 tras un centro de Zabaleta. Pero el remate de cabeza del argentino fue detenido por Weidenfeller.
 
Pero el futbol tiene un concepto muy particular del término justicia. Gracias a ese rocambolesco concepto que tiene del término, no siempre el que lo merece se acaba llevando la victoria. En el 87, Agüero remató en posición forzada a puerta y Subotic interceptó el balón con la mano. Penalti sin discusión.
 
Solo una persona podía lanzarlo. Un futbolista que hiciera oídos sordos a los intentos de Weidenfeller por despistarle, alguien que se inhibiera de la presión que suponía para una futura clasificación marcar o no la pena máxima. Balotelli salió, vio…y marcó.
 
El partido agonizaba y solo podía acabar de morir de una forma: con un jugadón del Borussia que culminó con un misil de Lewandowski….y paradón de Hart. El City salvó los muebles aunque complica muy mucho su pase a la siguiente fase de la Champions League y el Borussia de Dortmund da un paso, que pudo ser de gigante, para asegurarse el segundo puesto. Lo que ya se ganó fue la admiración de la Europa futbolística, que le doctoró «cum laude».
 

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Toño Suárez